La Cámara de Diputados se convirtió este miércoles en escenario de una verdadera batalla política. Mientras la ciudadanía espera respuestas concretas ante la crisis económica, sanitaria y educativa, los bloques opositores decidieron jugar por separado y convocaron a dos sesiones especiales en el mismo día, en horarios distintos y con temarios parcialmente superpuestos.
Lejos de mostrar unidad, la oposición se enreda en peleas internas, pases de factura y gestos de ego político que amenazan con dejar al Congreso paralizado una vez más, sin quórum ni consensos reales.
A las 12 del mediodía, el bloque radical de Democracia para Siempre (DPS), liderado por Pablo Juliano, impulsó una sesión con temas sensibles como la crisis presupuestaria del Garrahan, las universidades públicas y una posible reforma de la ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Sin embargo, lo hizo sin sentarse previamente con sus aliados naturales.
Esta jugada solitaria no cayó nada bien en Unión por la Patria (UP) ni en Encuentro Federal, que sintieron la maniobra como una provocación más que como una invitación al trabajo conjunto. De hecho, desde UP advirtieron con dureza: “Nadie se salva solo”, anticipando que no moverían un dedo por conseguir el quórum si la sesión se convertía en una vidriera exclusiva de DPS.
Como contragolpe político, UP y Encuentro Federal convocaron otra sesión para las 14:30 hs, donde sí incluyen un paquete más amplio de temas, entre ellos la derogación de varios DNU y la emergencia de la salud pediátrica.
Ambas sesiones, sin embargo, corren el riesgo de naufragar si ninguno de los bloques logra reunir los 129 diputados necesarios para abrir el recinto.
En una muestra de pragmatismo a medida, DPS incluyó en su temario un beneficio para el campo, cediendo al pedido de diputados cordobeses para tratar la baja de retenciones a la soja y el maíz. El objetivo: garantizarse al menos tres voluntades más para el quórum.
El problema: ninguna de estas iniciativas tiene dictamen de comisión, por lo que se necesitaría emplazar a la Comisión de Presupuesto y Hacienda, presidida por José Luis Espert, para su tratamiento.
Entre todas las discusiones, el proyecto con dictamen que más tensión genera en el oficialismo es el que busca modificar la ley de DNU, permitiendo que uno solo de los dos cuerpos legislativos (Diputados o Senado) pueda rechazar un decreto presidencial. Una bomba legal para el hiperpresidencialismo vigente.
La otra propuesta que podría avanzar hoy es la del juicio por jurados en el fuero federal, que sí cuenta con dictamen de comisión y podría alcanzar media sanción si se logra abrir la sesión.
Si ninguna de las dos convocatorias logra el quórum, se repetirá el mismo patrón de parálisis institucional que viene marcando el pulso de Diputados en los últimos meses. Los temas urgentes seguirán esperando y la imagen del Congreso continuará deteriorándose.
Mientras las provincias reclaman por recursos, los estudiantes protestan por la falta de presupuesto y miles de familias dependen del sistema público de salud, la clase política discute por protagonismos y define su estrategia mirando más al 2025 electoral que al presente social.
Desde Red23 Noticias seguiremos informando minuto a minuto lo que ocurra en el recinto. Porque cuando se apagan los micrófonos del Congreso, las consecuencias se sienten en la calle.