Ushuaia.- El concejal Valter Tavarone (Somos Fueguinos), quien inició su receso invernal con un ritmo de trabajo reducido, abordó de inmediato la polémica sobre los sueldos de los funcionarios. Confirmó a FM Ártika que, por su antigüedad, su remuneración bruta ronda los “3 millones y pico de pesos”, un monto que considera “razonable” en comparación con el resto del sector público local. Sin embargo, no dudó en calificar como “un escándalo” el sueldo de un senador nacional, que asciende a 9 millones y medio. Tavarone criticó la falta de conciencia al momento de “asignar los recursos”, ya que las decisiones que implican gasto público impactan directamente en el ciudadano:
“Siempre quien paga los platos rotos es el contribuyente”
La conversación viró hacia el Poder Judicial, un ámbito que Valter Tavarone conoce en profundidad como abogado. Expresó su “sorpresa” por los recientes escándalos provinciales, señalando que la calidad del servicio de justicia se ve afectada por la politización en la asignación de magistrados. Lamentó la tendencia a “cerrar rápidamente los casos”, especialmente en asuntos delicados como el material pornográfico infantil, y enfatizó la necesidad de “investigar a fondo y dejar que la justicia y la causa avancen y no cerrarla rápidamente, como a mi criterio erróneamente se quiso hacer”. Insistió en que, si hay elementos que generen duda sobre una conducta delictiva, existe la obligación de investigar.
“Si tiene que caer alguien, que caiga”
Valter Tavarone también puso el foco a la administración municipal. Cuestionó la flamante “Casa de Ushuaia en Buenos Aires”, a la que tildó de “Casa de los ñoquis de Ushuaia”, denunciando “contrataciones injustificadas”. Criticó la falta de transparencia del Ejecutivo al no responder a sus pedidos de informes sobre la estructura orgánica y la planta de personal, a pesar de una condena judicial firme. Tavarone contrastó el gasto en nuevas dependencias con las necesidades básicas insatisfechas, como la solución de problemas cloacales o la limpieza de escombros en la ciudad.
En el plano económico, Tavarone se mostró preocupado por el “aumento brutal” de las patentes y el impuesto inmobiliario, medidas que, según él, duermen en
Otro punto de fricción es el uso de las instituciones públicas con fines ideológicos, como el reclamo municipal por la “libertad de Cristina Fernández”. Tavarone fue categórico: “Mal lo vivo porque no se puede utilizar las instituciones para satisfacer las voluntades o las ideologías de cada uno de nosotros”. Subrayó que “si las sentencias se cumplen, aunque no me gustan, lo que nosotros tenemos que hacer es cumplirlas”.
El concejal Tavarone también expuso su preocupación por la inacción de
Finalmente, Valter Tavarone abordó temas cotidianos como la tenencia responsable de perros de razas peligrosas, destacando que “la culpa no la tiene el perro”, sino la irresponsabilidad de los tenedores y un sistema que no funciona. Cerró la entrevista reiterando que la multiplicidad de problemas —desde baches hasta contrataciones— son “un síntoma de que las instituciones no están funcionando bien”.