USHUAIA.- La Obra Social del Estado Fueguino (Osef) transita una de sus peores crisis, con la asistencia a los afiliados seriamente comprometida y una emergencia sanitaria que profundiza la preocupación. En este escenario crítico, el director por los activos, Franco Tomasevich, y la presidenta del organismo, Mariana Hruby, se encuentran en el centro de una tormenta de críticas. Ahora se agrega a José María Martín a este tipo de accionar que, si bien también forma parte de estas metodologías, supo mantenerse con un perfil bajo pero no escapa al círculo de actores clave de la gestión actual que ha llevado a la Osef al estado deplorable en la que se encuentra.
Tomasevich, cuya "doble postura funcional" ha sido motivo de debate, alternando entre su rol gremial del Sutef y sus responsabilidades ejecutivas, volvió a generar controversia. Un reciente acto administrativo confirma la designación de Brenda Ayelén Soto Manel como jefa del Departamento de Compras de Medicamentos. Esta área es vital para la provisión de fármacos, un punto sensible en la actual emergencia. La designación cobra mayor relevancia al recordar que Tomasevich había nombrado previamente a su propia novia para el mismo cargo, contrato que fue rescindido tras el revuelo mediático.
La conducción de Osef, con Tomasevich y Hruby a la cabeza, acumula cuestionamientos no solo por estas designaciones discrecionales, sino también por una serie de viajes a Buenos Aires. Aunque se justifican como "inherentes a sus funciones", no se ha provisto detalle alguno sobre sus agendas o los resultados concretos de estos traslados, lo que alimenta la percepción de falta de transparencia.
Diversos sectores han alzado su voz para señalar la incongruencia del doble rol de Tomasevich, quien "pasa de gremialista a patrón según la ocasión". Mientras tanto, miles de afiliados esperan respuestas urgentes sobre el funcionamiento y la transparencia de OSEF. A la seguidilla de nombramientos se suma la ausencia de una rendición pública de los gastos y actividades oficiales de los viajes, aumentando el malestar entre los trabajadores estatales. Ellos denuncian que, en un momento donde se les pide esfuerzo y comprensión por la crisis, los funcionarios viajan y colocan personal sin ofrecer explicaciones claras a la ciudadanía.