USHUAIA.- En medio de la polémica por la reforma constitucional, el legislador de Somos Fueguinos, Jorge Lechman, brindó una entrevista en Radio Provincia donde se mostró contundente ante la reciente decisión del Superior Tribunal de Justicia (STJ) que dio luz verde a la reforma constitucional. En una crítica directa al gobierno de Gustavo Melella, el legislador afirmó que la reforma “ni llena la heladera ni devuelve las clases” y que la dignidad de los fueguinos “sigue esperando”.
Lechman insistió en que el proyecto de reforma desvía la atención de los verdaderos problemas de la provincia, como la falta de una "agenda productiva" y la creación de "empleo genuino". En su opinión, el gobierno ha estado operando en "piloto automático" durante años, dependiendo de los fondos discrecionales de la Casa Rosada, una situación que, tras el cambio de gestión nacional, ha llegado a su fin. "Ahora hay que gobernar con coparticipación y recursos propios", advirtió, y cuestionó la creación de empleo estatal en lugar de fomentar la inversión privada.
El legislador ratificó que presentará un recurso extraordinario contra el fallo del STJ antes del 20 de agosto. Según su interpretación, la sentencia "eludió la cuestión de fondo" al no abordar la constitucionalidad de la Ley 1529, y se limitó a aspectos procedimentales. Además, advirtió que el plazo de 210 días para convocar a elecciones constituyentes no correrá hasta que la sentencia quede firme, manteniendo viva la batalla legal.
Lechman reiteró su postura de que "la Constitución fueguina goza de buena salud" y vinculó la reforma con la posibilidad de que el gobernador Melella busque una reelección. A pesar de mantener una relación institucional con el mandatario, el legislador aseguró que su postura es una defensa de la Carta Magna, y no una disputa personal.
Finalmente, el legislador planteó que la verdadera prueba para el gobierno y la reforma será en las próximas elecciones legislativas de octubre, que servirán como una "encuesta" para saber si la sociedad realmente avala este proceso. Mientras tanto, exigió al gobierno que presente un "plan B o un plan C" enfocado en la inversión privada y la generación de empleo para evitar que las mejoras salariales sean "pan para hoy y hambre para mañana".