GENERALES | 11 AGO 2025
RUPTURA EN EL VUOTISMO
Duré, fuera del círculo: ni el tatuaje te salva
La senadora fueguina que alguna vez hablo de su intención de ser re elegida, expuso públicamente su exclusión del evento partidario organizado por el presidente del PJ, en una muestra de la fractura interna que atraviesa el peronismo a días del cierre de listas. Dure siempre se mostró fiel al actual Intendente de Ushuaia fue claramente borrada y negada; a pesar de haber sido una de las mas fervientes defensoras de vuotismo en Rio Grande.
La interna peronista en Tierra del Fuego sumó un nuevo capítulo de tensión. La senadora nacional María Eugenia Duré, cuyo mandato finaliza este año, denunció en redes sociales que no fue convocada ni invitada a la Gran Peña Peronista realizada el sábado en Río Grande, encabezada por el presidente del Partido Justicialista fueguino e intendente de Ushuaia, Walter Vuoto.
Duré, quien hasta hace poco era considerada una dirigente de confianza del jefe comunal capitalino, escribió:
“La verdad es que, a la peña peronista realizada en Río Grande, mi ciudad, no fui convocada ni invitada por el presidente del Partido Justicialista de TDF. Tan simple como eso”.
En el mismo mensaje, la senadora apuntó contra el discurso oficial de unidad dentro del espacio:
“No hay unidad sin diálogo político. O bien, solo se habla de la unidad desde un diálogo selectivo”.
Unidad en crisis
La ausencia de Duré no pasó inadvertida para la militancia ni para el resto de la dirigencia provincial. Su exclusión pública refleja el quiebre en una relación política que hasta hace meses parecía sólida, y pone en evidencia el clima de enfrentamiento y desconfianza que domina al PJ fueguino.
A pocos días del cierre de listas para las elecciones nacionales de octubre —donde la provincia renovará tres bancas en el Senado y dos en Diputados—, el peronismo local enfrenta la difícil tarea de construir una propuesta competitiva mientras sus principales referentes se muestran distanciados y sin señales de recomposición.
Duré, lejos de mostrarse debilitada, reafirmó su posición política y su alineamiento con el kirchnerismo duro:
“Mi teléfono y mis convicciones siguen siendo las mismas; y mi lealtad a Cristina Fernández de Kirchner, indiscutible”.
La declaración expone un desaire político en plena cuenta regresiva electoral y confirma que la “unidad” que pregona la conducción partidaria no es más que un eslogan vacío si puertas adentro las invitaciones se reparten de manera selectiva.
