RIO GRANDE.- La Argentina dio un paso estratégico en su consolidación como actor antártico con la incorporación de un Basler BT-67, un avión especialmente diseñado para operar en condiciones extremas. Este histórico DC-3 modernizado, con el número de serie 71 de conversión de Basler y una rica historia que data de su construcción en 1944, se une a la flota nacional para fortalecer la capacidad logística en el continente blanco. Y lo hará desde la ciudad más austral de Tierra del Fuego.
El avión, que volará bajo la matrícula LV-VYL, es el resultado de un innovador acuerdo de cooperación entre el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, la Fuerza Aérea Argentina y la empresa tecnológica Mirgor. La compañía privada adquirió la aeronave, mientras que el personal militar se encargará de su operación para cumplir con las misiones de la Campaña Antártica.
La modernización del Basler BT-67 es notable, con potentes motores turbohélice Pratt & Whitney y una aviónica de última generación. Estas características lo hacen ideal para su misión, ya que puede operar en pistas no preparadas, y está preparado para volar en condiciones de frío extremo.
Este avión tendrá como base de operaciones la Base Aeronaval de Río Grande, una ubicación estratégica para desplegarse a la Base Petrel en la Antártida. Con su llegada, se espera que se fortalezca la conexión entre las bases antárticas, facilitando el abastecimiento y la respuesta a emergencias. A su vez, la iniciativa busca retomar operaciones en la Antártida profunda y reavivar la capacidad de Argentina para llegar al Polo Sur, un hito que el país aspira a recuperar.