El Grupo Mirgor concretó en julio la salida de alrededor de 50 trabajadores en sus plantas de Río Grande. Según pudo saberse, el mecanismo utilizado fue el de acuerdos individuales entre la compañía y cada empleado, sin participación de delegados ni de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
Este tipo de desvinculaciones, al no registrarse como despidos formales, no se incorporan a los relevamientos públicos sobre la pérdida de puestos de trabajo.
Voceros vinculados al sector industrial indicaron que la medida no fue un hecho aislado. “En distintas áreas de la empresa se continúa ofreciendo este tipo de arreglos a los trabajadores”, señalaron, describiendo que la iniciativa parte de la gerencia y mantiene el mismo esquema aplicado el mes pasado.
La compañía no emitió declaraciones oficiales sobre la magnitud de la reducción ni sobre si se prevé mantener esta política. En el contexto de una contracción del empleo en el sector electrónico fueguino, la situación genera preocupación entre los operarios, que ven cómo se repiten en otras firmas prácticas similares de ajuste silencioso.