“Cuando llego al incendio, lo primero que hago es preguntar si había alguien adentro. Nadie me supo contestar. Lo que sí vi fue un montón de gente filmando. Pregunté a una chica si había llamado a los bomberos y me dijo: ‘no, ¿cuál es el número?’. Eso me preocupó más que el fuego mismo”, relató Quidel. El vecino recordó además que lo mismo ocurrió en el incendio del supermercado La Victoria, cuando muchos grababan con sus celulares en lugar de actuar. “Quizás alguien podría haber usado un matafuego y evitado la tragedia”, señaló.
El hombre también hizo alusión al incendio del barrio Peniel, donde murieron tres hermanos, para remarcar las carencias del sistema de emergencias. “Ese día llegaron cuatro patrulleros antes que los bomberos. Y los policías no tenían ni linternas, los vecinos se las tuvieron que prestar. Los bomberos, la otra vez, estaban haciendo una venta de pollo para recaudar fondos… ¿en serio? Eso es responsabilidad del Estado, no de ellos”, cuestionó con dureza.
En su mensaje final apuntó tanto contra la sociedad como contra los gobiernos. “A la gente le digo que deje la morbosidad: antes de filmar, llamá al 911. Y al gobierno le digo que en vez de hablar de reformas constitucionales y hacer propaganda, compren linternas, arreglen los patrulleros que están atados con cinta y aumenten los sueldos de los que ponen el cuerpo. Arreglen el 911, que es un desastre”, reclamó.