El procedimiento se lleva adelante en el marco del proyecto IMMA (Investigaciones en Mamíferos Marinos Australes). Los especialistas trabajan en el lugar con trajes de bioseguridad, extrayendo órganos y tejidos que serán analizados en laboratorio para determinar las causas del deceso y obtener información biológica clave de la especie.
Según destacaron los investigadores, este tipo de estudios resulta esencial para evaluar el estado sanitario de los mamíferos marinos en el Atlántico Sur y comprender los factores ambientales que inciden en su conservación.
El hallazgo del ejemplar, que llevaba varios días muerto, generó interés científico por tratarse de un depredador tope cuya presencia en varamientos es poco frecuente en Tierra del Fuego.