Más que un simple error de cálculo, lo ocurrido desnuda el funcionamiento de tres grandes ficciones que se repiten en cada proceso electoral: encuestas usadas más como herramientas de presión que de análisis, medios masivos que privilegian el show por sobre la información y redes sociales sobredimensionadas como termómetro del humor social. En conjunto, estas “verdades a medias” alimentan un clima que poco tiene que ver con lo que sucede en el territorio, donde la política real se define en el contacto directo con la gente y en la capacidad de dar respuestas a sus problemas cotidianos.
Durante semanas, consultoras y analistas insistieron en la idea de una elección cabeza a cabeza. Se habló de un “empate técnico” que le daba dramatismo a la contienda y mantenía en vilo a la opinión pública. El veredicto electoral fue contundente: el peronismo sacó una diferencia clara, mostrando que los sondeos no fueron más que una foto distorsionada, usada más para influir que para informar.
Los grandes medios nacionales alimentaron la expectativa de un posible batacazo libertario. Titulares, zócalos televisivos y comentarios en prime time instalaron la idea de que Javier Milei podía imponerse en el principal distrito electoral del país. Nada de eso ocurrió. El contraste entre la ficción mediática y la realidad de los resultados dejó expuesta la falta de rigor y la primacía del show por encima del análisis serio.
Otra ilusión quedó pulverizada: la creencia de que el humor social se mide con tendencias en Twitter o videos virales en TikTok. El “ruido” digital fue intenso, pero al momento de votar quedó claro que lo que circula en redes es apenas un reflejo parcial y amplificado de minorías ruidosas, no de las mayorías silenciosas que definen elecciones en las urnas.
Estas elecciones demostraron que la política real no se juega en encuestas mal calibradas, ni en titulares que buscan rating, ni en el espejismo de las redes sociales. Se juega en el territorio, en el contacto con la gente y en la capacidad de responder a problemas concretos.