“Ushuaia tiene un problema muy grave de generación. Son equipos de más de 25 años. Esta nueva planta de 60 megas nos da la tranquilidad de que la ciudad no tendrá techo de crecimiento en las próximas décadas”, señaló Melella en conferencia de prensa.
El mandatario destacó que el proyecto se concretó tras resolver un prolongado conflicto judicial con empresas chinas, que no solo liberó a la provincia de pagar un juicio millonario, sino que además abrió la puerta a nuevas inversiones.
La ejecución estará a cargo de Terra Ignis, la empresa estatal de energía, en asociación con capitales privados chinos. Melella subrayó que este esquema de cooperación garantiza mayores beneficios para el Estado provincial, ya que parte de las utilidades se reinvertirán en salud, seguridad, educación y obras públicas.
“Terra Ignis es una gran herramienta, una empresa estatal que puede asociarse rápidamente con privados. Eso asegura que las ganancias no se vayan todas afuera, sino que queden en la provincia y se transformen en servicios y obras para los fueguinos”, remarcó.
La nueva planta se ubicará en el ingreso a la ciudad y funcionará con gas natural, gracias a obras de infraestructura ya ejecutadas y otras en proceso de financiamiento.
Capacidad: 60 MW de generación nueva.
Reserva fría: 40 MW adicionales tras la renovación de la planta actual.
Plazos: llegada de equipos en 60 a 90 días, 7 meses para la puesta en marcha inicial y un total de 12 meses hasta la finalización.
Financiamiento: inversión de capitales chinos, con repago a través de un porcentaje de la tarifa eléctrica.
Mano de obra: local, con supervisión de técnicos extranjeros.
De este modo, Ushuaia contará con una capacidad de generación suficiente no solo para el presente, sino también para sostener un crecimiento poblacional y económico sostenido en las próximas décadas.
Melella no dejó pasar la oportunidad para remarcar el valor de esta iniciativa en un contexto nacional de retracción de inversiones:
“Hoy en Argentina casi no hay inversiones. Esta debe ser una de las pocas concretas que se están poniendo en marcha en el país. Por eso, sean chinas, rusas, norteamericanas o francesas, todas las inversiones que generen trabajo en Tierra del Fuego son bienvenidas”.
El gobernador reconoció que Terra Ignis fue cuestionada en los últimos años, pero defendió su funcionamiento como empresa pública estratégica: “Siempre se critica todo, pero la realidad es que esta herramienta nos permite avanzar en proyectos que ninguna empresa privada haría sola. Con esta planta, los cuestionamientos quedan atrás: se trata de una solución real para la crisis energética fueguina”.
En medio de la campaña hacia las legislativas del 26 de octubre, Melella también vinculó el anuncio con la disputa nacional entre modelos opuestos:
“Hay dos boletas que compiten en octubre: la de la motosierra y el ajuste de La Libertad Avanza, y la de Fuerza Patria, que defiende a los jubilados, a la universidad pública, la obra pública y la industria nacional. En esa discusión se juega el futuro de Tierra del Fuego”, afirmó.
Con este anuncio, el gobernador Gustavo Melella buscó no solo dar respuesta a un problema histórico de la provincia, sino también mostrar capacidad de gestión en tiempos de incertidumbre nacional. La promesa es ambiciosa: resolver el déficit energético de Ushuaia por al menos tres décadas y abrir el camino a nuevas inversiones extranjeras en la isla.