En diálogo con FM Master, Sciurano subrayó que la provincia se ve obligada a proyectar sus números “a ciegas”, sin tener definido el Presupuesto Nacional, del que dependen en gran medida los ingresos por coparticipación. “El ideal sería que el Gobierno Nacional presentase primero su presupuesto, y que la provincia lo hiciera después, porque el impacto de la coparticipación en distritos patagónicos es enorme”, expresó.
De los más de 2,2 billones de pesos que prevé el proyecto provincial, cerca del 60% estará destinado a servicios sociales y un 29% a la administración. Solo en salarios, se proyecta un gasto de 1 billón de pesos. “No es cierto que el 90% del presupuesto sea salarios como se decía décadas atrás, pero sigue siendo evidente que la mayor parte se destina a sostener la estructura básica del Estado”, puntualizó.
Uno de los puntos más sensibles vuelve a ser el subsidio al gas, que alcanzará los 38.500 millones de pesos en 2026, transformándose en la tercera partida más importante del presupuesto. Sciurano alertó que este gasto “se ha duplicado año tras año, incluso por encima de la inflación”, y que de no revertirse mediante obras de infraestructura para expandir la red domiciliaria, puede convertirse en “una dificultad inmanejable”.
Otro factor de presión es el endeudamiento en moneda extranjera, tomado en 2016 bajo la garantía de regalías hidrocarburíferas. “Hemos tenido problemas porque las regalías no alcanzaban para cubrir los bonos y hubo que usar recursos del Tesoro provincial. Por suerte, la renegociación permitió descomprimir la situación y evitar un colapso”, explicó.
En ese sentido, destacó que Tierra del Fuego logró cancelar todas las letras de tesorería en 2023, aunque volvió a solicitar autorización para emitir nuevas, como mecanismo de financiamiento de corto plazo.
La crisis de la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF) también atravesó el análisis. Sciurano reconoció que las medidas legislativas aprobadas fueron apenas “un parche” y que la estructura sigue en déficit. “Si pagás 100 mil pesos de cable y teléfono, y solo 25 mil de aporte a tu salud, ninguna obra social puede funcionar en el mundo. Hay que discutir prioridades con seriedad”, enfatizó.
El legislador fue tajante al describir el panorama: “Estamos navegando una economía muy complicada, en un país donde otras provincias están emitiendo cuasimonedas para pagar sueldos. Tierra del Fuego ha logrado sostenerse, pero la vulnerabilidad social es evidente y el margen de maniobra se achica cada vez más”.
La discusión del presupuesto provincial, que comenzará en los próximos días en la Legislatura, se perfila como uno de los debates más tensos del año. Entre la dependencia de Nación, el peso creciente de subsidios y la crisis de la obra social, el futuro económico de la provincia aparece atado a decisiones que exceden las fronteras fueguinas, pero que repercuten directamente en el bolsillo de cada familia.