El contador Ramón Gallardo analizó los números en FM Master’s y apuntó a un problema de fondo: la dependencia estructural de insumos importados y la ausencia de un plan de desarrollo que diversifique la economía. “No es para alarmarse, porque la provincia históricamente es deficitaria por su modelo industrial. El problema es que seguimos sin rumbo”, advirtió.
Gallardo recordó que en 2023 el saldo negativo superó los 3.000 millones de dólares y en 2024 rondó los 1.500 millones. La explicación es siempre la misma: más del 80% de las compras externas son piezas y componentes electrónicos. Los Países Bajos se mantienen como principal destino de las ventas locales, seguidos por Chile, pero los volúmenes no alcanzan para equilibrar la balanza.
El especialista señaló que, si bien el régimen de promoción industrial no fue tocado en su esencia, la baja de aranceles establecida en decretos nacionales abre un escenario competitivo para el que Tierra del Fuego no está preparada. “No tenemos un puerto operativo en Río Grande ni energía suficiente para pensar en nuevas cadenas productivas. Y la provincia tampoco adhirió al RIGI, lo que limita el atractivo para inversiones de largo plazo”, cuestionó.
Gallardo repasó antecedentes de políticas que buscaban ampliar el valor agregado con insumos locales —como la Resolución 47/2018—, pero que quedaron en intentos aislados. “Hubo proyectos de puertas con herrajes, alimentos balanceados, algunos desarrollos textiles, pero sin escala ni estabilidad normativa es imposible atraer capital”, lamentó.
La comparación con la región chilena de Magallanes es inevitable: en 2024 logró un superávit de 724 millones de dólares, basado en la exportación de productos del mar y metanol. “Mientras ellos diversifican, nosotros seguimos concentrados en petróleo, gas y algo de pesca”, sostuvo Gallardo.
El economista vinculó la macro con la vida cotidiana. Según el INDEC, en el primer semestre de 2024 Tierra del Fuego tuvo 48,5% de pobreza y 10,5% de indigencia. “Río Grande suma población pero no empleo. La provincia necesita cumplir con lo que manda la Constitución: un Consejo de Planificación con universidades, cámaras y organizaciones sociales que trace un rumbo”, reclamó.
Pensando en la discusión constituyente, Gallardo sugirió incorporar mecanismos de transparencia y control: “ficha limpia”, límites al gasto político, responsabilidad funcional y reglas claras de equilibrio fiscal. “Sin instituciones confiables, ninguna inversión se va a sostener”, subrayó.
Entre las medidas urgentes enumeró:
Infraestructura energética, logística y portuaria para bajar costos.
Adhesión al RIGI para dar previsibilidad jurídica.
Incentivar cadenas de valor en madera, pesca, turba y servicios energéticos.
Puesta en marcha del Consejo de Planificación como órgano permanente.
“Los recursos están: pesca, madera, turba, petróleo, gas. Lo que falta es un plan de largo plazo y estabilidad de reglas. Sin eso, la matriz productiva nunca va a despegar”, concluyó.