La economía argentina suma un nuevo capítulo en medio de la crisis cambiaria: el presidente Javier Milei reveló que negocia con Estados Unidos un préstamo de emergencia destinado a cubrir los fuertes vencimientos de deuda de 2025, que ascienden a USD 8.500 millones.
En una visita a Córdoba, el mandatario reconoció: “Estamos muy avanzados en las conversaciones”, en referencia a la posibilidad de acceder al Fondo de Estabilización Cambiaria (FSE) del Tesoro estadounidense, un mecanismo creado para sostener reservas en contextos de turbulencia.
El acercamiento no es casual. Desde el inicio de su gestión, Milei cuenta con el respaldo de Donald Trump, quien ya expresó su apoyo al rumbo económico libertario. En abril, el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, visitó Buenos Aires y dejó la puerta abierta: “Si Milei mantiene el rumbo, el FSE podría estar disponible en caso de un shock externo”.
Ahora, con el dólar por encima de los $1.500, el riesgo país arriba de los 1.400 puntos y reservas en caída, el gobierno argentino busca concretar esa promesa.
El Fondo de Estabilización Cambiaria fue utilizado por última vez en 1995, cuando Estados Unidos otorgó a México un salvataje de USD 20.000 millones en plena crisis del “tequila”. Ese préstamo, acompañado de duras metas económicas, permitió al país vecino estabilizarse y devolver los fondos tres años antes de lo previsto.
Argentina pretende ahora reeditar ese esquema para ganar aire financiero frente a los compromisos de enero (USD 4.000 millones) y julio (USD 4.500 millones) del próximo año.
El anuncio se dio en la antesala de un nuevo viaje presidencial a Estados Unidos. Milei partirá este domingo rumbo a Nueva York para participar de la Asamblea de la ONU y recibir el Global Citizen Award del Atlantic Council. El premio será entregado nada menos que por Bessent, el mismo funcionario que en abril habló públicamente de la posibilidad del préstamo.
Aunque aún no hay confirmadas reuniones con la Casa Blanca ni con el Tesoro, el viaje promete ser decisivo para las finanzas argentinas.
Si se concreta, el acuerdo marcaría un respaldo político directo de Washington al gobierno libertario, pero también podría implicar condiciones estrictas en materia fiscal y monetaria. En otras palabras, un salvavidas que podría estabilizar el dólar y las reservas, aunque al precio de nuevas exigencias de ajuste.
Lo cierto es que, mientras el dólar se dispara y las reservas se derriten, el plan de Milei para evitar un colapso financiero depende ahora de una negociación en Washington.