TOLHUIN.- Lo que el Gobierno de la Provincia anunció como la inauguración del primer “Punto Emprendedor” en esta ciudad, en el marco de una política de "impulso colectivo", se parece más a la instalación de un modesto asentamiento que a un verdadero polo productivo.
El evento, que contó con la presencia de autoridades, música en vivo y fogones, puso en evidencia una preocupante falta de infraestructura y una evidente desconexión entre el discurso oficial y la realidad del proyecto.
El lugar, estratégico por su ubicación a la entrada de la ciudad, es un terreno descampado donde se levantaron unas pocas garitas construidas de manera precaria con pallets y otros materiales reciclados. Estas estructuras improvisadas contrastan fuertemente con la rimbombante presentación que hizo el ministro de Economía, Francisco Devita, al calificar el proyecto como un "paso firme" para la economía local.
La escasa inversión y la falta de un plan de desarrollo de infraestructura más sólido son palpables a simple vista, lo que lleva a muchos a cuestionar la seriedad de la iniciativa.
La pretensión de presentar estas construcciones como un "impulso al sector productivo" fue calificada por diversos sectores como una muestra de "mal gusto" por parte de las autoridades del gobierno de la provincia.
Lejos de ser una vitrina del talento fueguino, el espacio luce improvisado y con un aire de precariedad, lo que desvirtúa el esfuerzo de los propios artesanos y productores. Esta situación, lejos de dinamizar la economía, se interpreta como una falta de respeto al trabajo de los emprendedores, que merecen un espacio con condiciones dignas y una infraestructura adecuada a sus necesidades.