“Estamos haciendo un esfuerzo enorme para no despedir personal. El panorama no es sencillo, pero intentamos sostenernos día a día”, señaló.
La firma, con presencia en toda la provincia, se especializa en la elaboración de embutidos y en la venta de carne vacuna y porcina. Esa especialización, según Alonso, explica en parte la profundidad del golpe económico:
“No contamos con una cartera de productos diversificada como otras distribuidoras. Apostamos a lo que sabemos hacer y cuidamos mucho la atención al cliente, pero el mercado está muy golpeado”, admitió.
La caída del poder adquisitivo también se percibe en los negocios que trabajan con la distribuidora. “Los comerciantes repiten la misma frase: los clientes llegan con la plata contada, llevan lo indispensable y nada más. Eso repercute directamente en la cantidad de pedidos que recibimos”, explicó Alonso.
El empresario mostró cautela respecto a la temporada de fin de año, que históricamente representa un repunte en el consumo:
“Diciembre suele ser un mes de mayor movimiento, pero ya no es lo que era. En los últimos dos años las ventas de esa época cayeron fuerte y ahora se suma la incertidumbre de las elecciones”, advirtió.
Al hablar de la situación interna de la compañía, Alonso fue claro: “Las cargas impositivas y los sueldos pesan mucho, y mantener la estructura no es fácil. Sin embargo, hacemos todo lo posible para evitar despidos. Es remar todos los días contra la corriente”.
La realidad de “Los Gauchos SRL” refleja el mismo problema que afecta a numerosas empresas del rubro alimenticio en la provincia: un consumo debilitado, incertidumbre política y económica, y la necesidad de resistir sin perder puestos de trabajo.