El espíritu del 17 de octubre volvió a sentirse en Río Grande. En la sede de Defendamos Tierra del Fuego, militantes, dirigentes y referentes del justicialismo se reunieron para conmemorar los 80 años del histórico “Día de la Lealtad”, en un acto que mezcló emoción, memoria y compromiso político.
El intendente Martín Pérez encabezó la jornada con un discurso cargado de fuerza y convicción. “El 26 de octubre le ponemos un freno a la motosierra de Milei, damos vuelta la página y empezamos a construir un proyecto de futuro”, lanzó ante una multitud que respondió con aplausos, cánticos y banderas en alto.
El mensaje fue claro: unidad, trabajo y militancia para defender lo conquistado y proyectar un modelo de provincia con justicia social, desarrollo y soberanía. “Lo importante no son los nombres —remarcó Pérez— sino que entre todos podamos conformar un proyecto transformador para Tierra del Fuego. Ese es el camino que tenemos que seguir”.
El jefe comunal también destacó el acompañamiento que encontró en sus recorridas por Ushuaia y Tolhuin, donde vecinos de toda la provincia valoraron el modelo de gestión que lleva adelante Río Grande. “Queremos que esa manera de gobernar, con planificación y con presencia del Estado, pueda extenderse a toda la provincia”, afirmó.
El encuentro cerró en un clima de fiesta popular, con cánticos y abrazos militantes. Fue una noche de reafirmación política, donde el peronismo riograndense mostró que la lealtad no es una palabra del pasado, sino un compromiso con el presente y con el futuro.
A 80 años del nacimiento del movimiento que cambió la historia argentina, la militancia volvió a decir presente. En Río Grande, la llama peronista sigue viva, y Martín Pérez se paró al frente con una consigna que resonó en todo el salón:
“Vamos que se puede. Empieza el momento de todos para nuestra provincia y para Río Grande”.