Castiglione advirtió que la reforma laboral “debilita derechos y favorece solo a los empleadores”

En declaraciones a FM Del Pueblo, Castiglione aclaró que el documento “no es oficial ni formal”, pero reconoció que los puntos filtrados “merecen un rechazo de plano”. Señaló que la posible individualización de los acuerdos salariales y la pérdida de peso de los convenios colectivos “transformarían un piso de derechos en un techo”.

“Hay muchos derechos adquiridos que se ven tocados. Estas medidas debilitan al trabajador frente al sector patronal”, sostuvo la ministra, al advertir sobre el concepto de “salario dinámico” incluido en el borrador.

Castiglione cuestionó que se pretenda medir la productividad “sin parámetros claros ni criterios objetivos”, y advirtió que en muchas tareas “no es posible cuantificar la productividad de manera justa”. En ese sentido, citó observaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que también alertan sobre los riesgos de aplicar estos modelos en sectores donde el rendimiento no es fácilmente mensurable.

“No hay beneficios visibles para el trabajador”

La ministra fue categórica al señalar que el supuesto propósito del Gobierno nacional —impulsar el desarrollo económico y mejorar la rentabilidad de las empresas— se haría “a expensas de los derechos laborales”.

“No veo ningún beneficio para el trabajador. Lo que se busca es rentabilidad para las empresas, pero debilitando derechos. Eso no es desarrollo”, enfatizó.

Castiglione recordó que Tierra del Fuego ha sido una de las provincias más afectadas por las políticas nacionales en materia laboral, con pérdida de empleo en el sector industrial, textil, comercial y de la construcción. “Si estas medidas se profundizan, el daño será aún mayor”, alertó.

“No tienen idea de lo que pasa en el territorio”

La funcionaria también lamentó la falta de diálogo del espacio de La Libertad Avanza con el gobierno provincial y con el propio Ministerio de Trabajo. Explicó que nunca fue contactada por los nuevos representantes electos ni por funcionarios nacionales.

“Solo tuve un par de reuniones con el delegado de la Secretaría de Trabajo nacional, y fue para pedirnos bases de datos que ellos no tenían. No tienen idea de lo que pasa en el territorio”, apuntó.

Finalmente, Castiglione sostuvo que el desafío será llevar el debate al Congreso para defender los derechos de los trabajadores y “evitar que la reforma laboral se convierta en un retroceso social”.