En una entrevista con Radio Fueguina, Leonardo Pérez Bustos analizó sin cortapisas los resultados de las recientes elecciones en Tierra del Fuego, y sostuvo que detrás de los porcentajes electorales se esconde una radiografía clara: «Río Grande y Ushuaia son dos mundos distintos», afirmó.
“En Río Grande La Libertad Avanza sacó cerca del 34 %, Fuerza Patria alrededor del 30 % y Defendamos Tierra del Fuego el 27 %. Una competencia muy pareja”, indicó Pérez Bustos.
“En Ushuaia, en cambio, La Libertad Avanza alcanzó 46 %, Fuerza Patria el 32 % y Defendamos apenas el 12,5 %. Una diferencia de casi 20 puntos entre el segundo y tercer lugar”, agregó.
Según su análisis, esta divergencia no es sólo electoral, sino estructural:
Río Grande concentra el 80 % del entramado industrial-electrónico de la provincia, lo que le otorga una base laboral y social diferente.
Ushuaia tiene un perfil turístico internacional, servicios y empleo más ligado al visitante, lo que genera otra lógica social y política.
Respecto a la idea tradicional del peronismo de “unidad”, Pérez Bustos fue tajante: «La narrativa de la unidad agarrada con alfileres demostró que fracasó. La gente ya no cree en esas uniones artificiales».
Añadió que sumar porcentajes —por ejemplo, “si peronismo A más peronismo B hubieran sumado 50 o 60 %” — es “una falta de respeto” a la voluntad ciudadana, porque implica tratar al elector como ganado disciplinado, en lugar de reconocer su decisión libre.
El consultor trazó también una mirada prospectiva: “Mantener este nivel de apoyo político va a depender del impacto real en la microeconomía de cada hogar. Si no se traducen los resultados electorales en mejoras concretas, la aceptación caerá”.
Y advirtió: “El escenario para 2027 en Tierra del Fuego estará definido por cómo se gestionó hoy, por cuánta riqueza y empleo se genera, por cuánta credibilidad se mantiene”.