USHUAIA.- La administración provincial se encuentra abocada al proceso de evaluación para determinar quién reemplazará al actual Jefe de Gabinete de Ministros. Agustín Tita dejará formalmente su cargo el próximo 9 de diciembre para asumir una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. Ante este escenario, el gobernador Gustavo Melella debe resolver con celeridad quién ocupará uno de los puestos más relevantes dentro del staff ministerial en la segunda mitad de su gestión.
Aunque no se han emitido confirmaciones oficiales, distintas fuentes de la Casa de Gobierno coinciden en que el mandatario analiza las opciones disponibles dentro de su círculo de colaboradores más estrecho, sin intención de iniciar una búsqueda externa. Según describen allegados al Ejecutivo, la prioridad es garantizar la continuidad administrativa y sostener un alto nivel de interlocución. Esto es necesario para ordenar la transición política tras un período que resultó complejo para el oficialismo.
Tres figuras con trayectoria en la gestión
Entre los nombres que se encuentran en análisis por parte de Melella se destacan tres funcionarios que tienen una larga trayectoria dentro de la gestión provincial y que pertenecen a la agrupación política FORJA.
El primero en consideración es Jorge Canals, quien actualmente se desempeña como vicejefe de Gabinete y anteriormente fue secretario de Medios. Su rol operativo lo ubica como una alternativa lógica para asegurar la continuidad en el área.
La segunda en danza es Gabriela Castillo, actual Ministra de Obras y Servicios Públicos, quien incrementó su margen de acción tras asumir la conducción del área energética estatal.
La tercera posibilidad es Analía Cubino, actual presidente de la Agencia de Innovación y exministra de Educación, reconocida como una dirigente de estricta confianza del Gobernador.
Esta decisión se enmarca en un contexto de reajuste dentro del Gabinete, donde el Gobierno ya impulsó algunos movimientos internos. Semanas atrás se dispusieron cambios en el IPRA y en la OSEF. Si bien dichas modificaciones obedecieron a razones administrativas y políticas diferentes, marcan un clima de reorganización que le otorga un peso significativo al inminente reemplazo en la Jefatura de Gabinete.
El cargo que dejará Tita exige un profundo manejo institucional, una probada capacidad de coordinación con todos los ministerios y una lectura precisa de los tiempos políticos que se avecinan. Por esta razón, en la Casa de Gobierno entienden que la elección final deberá ser extremadamente cuidadosa y estar alineada con las necesidades estratégicas del último tramo de la gestión.
Melella se tomará unos días más para terminar de definir la situación. El anuncio del sucesor será un dato de gran relevancia para comprender la estrategia del oficialismo luego de la reciente derrota electoral. También permitirá entender cuáles serán las nuevas prioridades que el Ejecutivo establecerá en una etapa donde resulta imperioso recuperar el orden y el volumen político perdido.