USHUAIA.- La secuencia es más que llamativa. Nación marcó irregularidades, pidió explicaciones y recomendó ordenar los procedimientos administrativos. La respuesta provincial aún no llegó. Sin embargo, la DPP sí encontró tiempo —y decisión— para relanzar la licitación caída y avanzar sobre un nuevo proceso “urgente”, que terminó dejando a una sola empresa en carrera.
Todo comenzó con la Licitación Pública N° 03/2025, pensada para reforzar la vigilancia del acceso principal y del sector de catamaranes. Ese primer llamado fue dado de baja por la RES-1060-2025, dictada apenas después de las observaciones nacionales. Los fundamentos de la baja no se publicaron, pero nadie en el puerto deja de unir los puntos.
A los pocos días apareció un nuevo llamado: Licitación Pública N° 06/2025. El presupuesto oficial seguía siendo el mismo: $313.605.852. Se presentaron tres empresas: Prosegur, Vigilan y Bushido. Las dos primeras fueron eliminadas en la etapa formal por errores documentales. La única que pasó completa fue Bushido, que ofreció $407.750.250, más de 90 millones por encima de lo que la propia DPP había estimado.
Mientras el expediente avanzaba, en el ámbito portuario empezó a circular la versión sobre la composición de la firma: un ex prefecturiano, un ex policía colombiano y otros socios vinculados a la seguridad privada. Nada de eso figura en la documentación publicada, que solo muestra la razón social y el CUIT.
La paradoja quedó instalada dentro del puerto: la auditoría nacional pidió explicaciones sobre los procedimientos, pero la Provincia no respondió; aun así, el organismo sí avanzó con una licitación millonaria sin esperar aclarar lo observado. En concreto: se habilitó a llamar a licitaciones, no a resolver los problemas de fondo, y la decisión fue priorizar la contratación antes que ordenar la estructura interna.
Cuando la adjudicación se firme, Bushido tomará el control de los accesos y del área donde operan los catamaranes, uno de los sectores más sensibles del puerto. El proceso, al menos formalmente, cumplió todos los pasos. Pero puertas adentro la sensación es otra: las observaciones quedaron en pausa, la licitación no.