El duelo se jugó en el estadio Defensores del Chaco, en Asunción, donde el equipo argentino resistió el poderío de un Mineiro revitalizado bajo la conducción de Jorge Sampaoli. Durante los 90 minutos y en el alargue, ninguno logró quebrar el cero, en un partido de fricción, imprecisiones y momentos de dominio alternado.
La historia terminó de escribirse en los penales, donde Lanús mostró carácter y temple. Allí emergió la figura gigante de Nahuel Losada, que atajó el remate decisivo frente a un futbolista brasileño y se convirtió en el héroe absoluto de la noche paraguaya.
Con ese penal detenido, el Granate selló el 5-4 final en la tanda y levantó su segunda Copa Sudamericana, consolidándose como uno de los clubes argentinos más competitivos del continente en la última década.
El campeonato llega en un año complejo para el fútbol argentino a nivel internacional: ningún otro equipo logró levantar un trofeo fuera del país en 2025. Por eso, la conquista de Lanús se convierte en un verdadero bálsamo para la competencia local.
Con este logro, el equipo del sur del conurbano bonaerense suma su tercer título internacional y vuelve a poner su nombre entre los grandes ganadores del continente.