Fuentes consultadas dentro del entorno aeroportuario confirmaron que el avión realizaba ejercicios de entrenamiento interno, parte del proceso habitual previo a su utilización en rutas logísticas de mayor exigencia. A bordo viajaban únicamente integrantes del equipo técnico de vuelo y no se transportaba carga.
Tras el desvío, el personal de operaciones activó el protocolo estándar de seguridad, que incluyó la verificación de combustible, la inmovilización preventiva del equipo y la inspección del área de rodaje. Los bomberos aeroportuarios acudieron al lugar por precaución, aunque no fue necesario intervenir.
El aparato quedó detenido en una zona segura y será sometido a una revisión integral por especialistas de la compañía y del aeropuerto antes de volver a operar. Desde Mirgor anticiparon que colaborarán con los organismos de control para reconstruir con precisión las circunstancias que derivaron en la maniobra fallida.
El episodio no generó daños materiales de consideración y se enmarca en las verificaciones de rutina que suelen realizar las empresas antes de desplegar una aeronave hacia operaciones logísticas de largo alcance.