La propuesta, que no contaba con dictamen de comisión, tampoco fue tratada sobre tablas durante una de las últimas sesiones del año. Para Lechman, esta decisión permitió evitar una definición apresurada sobre una cuestión que involucra territorios sensibles desde el punto de vista ambiental, productivo y social.
En ese marco, el legislador fue claro al marcar límites concretos respecto de qué sectores no deberían formar parte de una eventual ampliación del ejido urbano. “El gran potencial de riqueza que tienen los valles tiene que tener un apartado, no debe estar dentro del ejido urbano, como tampoco debe estar ni Punta Paraná ni Puerto Almanza”, afirmó, al subrayar la necesidad de preservar áreas estratégicas con características propias.
Lechman reconoció que Ushuaia enfrenta un problema real vinculado al crecimiento poblacional y a la demanda de suelo, pero cuestionó la premura legislativa con la que se intentó instalar el debate. “Es un problema serio el del espacio y también el de la planificación”, definió, y advirtió que ampliar límites sin una política concreta detrás carece de sentido. “De nada sirve decir que toda Tierra del Fuego pertenece al ejido urbano si no tenemos ni un céntimo para planificar y urbanizar”, expresó.
En sus declaraciones, el parlamentario insistió en que la discusión debe darse con seriedad, información y participación ciudadana, y no en el cierre del calendario legislativo. Señaló que cualquier definición sobre el crecimiento de la ciudad debe contemplar estudios técnicos, impacto ambiental y una visión estratégica a largo plazo.
En ese contexto, Lechman también valoró la decisión de Juan Carlos Pino de no avanzar con el tratamiento del proyecto en esta instancia legislativa, entendiendo que el tema merece una discusión más amplia y madura antes de ser abordado en el recinto.
“Yo no le escapo al debate”, concluyó Lechman, reafirmando su disposición a discutir el futuro de Ushuaia, pero dejando en claro que no está dispuesto a acompañar decisiones apresuradas que comprometan el territorio y los recursos naturales de la ciudad.
De este modo, el proyecto quedó sin tratamiento y el debate, al menos por ahora, abierto. Con una postura clara, Somos Fueguinos marcó una línea política que pone el foco en la planificación, el cuidado ambiental y la necesidad de definir con responsabilidad cómo y hacia dónde debe crecer Ushuaia.