Se trata de un hecho político relevante: es la primera vez en dos años de gestión que el Gobierno nacional contará con la denominada “ley de leyes”, una herramienta central para la planificación económica y la ejecución del gasto público.
El Presupuesto ya había obtenido media sanción en la Cámara de Diputados la semana pasada, aunque con modificaciones relevantes, como la exclusión del Capítulo 11, que proponía derogar las leyes de Emergencia en Discapacidad y de Financiamiento Universitario.
Uno de los puntos más discutidos fue el Capítulo 2, aprobado por 42 votos afirmativos, 28 negativos y dos abstenciones. Allí se incluyeron artículos que generaron fuertes cuestionamientos:
Artículo 12: fija recursos por 4,8 billones de pesos para universidades nacionales, aunque establece condiciones para el acceso a esos fondos.
Artículo 30: deroga el compromiso legal de destinar el 6% del PBI a educación, el sendero de financiamiento de la ley de Ciencia y Técnica hasta alcanzar el 1% del PBI en 2032, y el 0,2% del presupuesto educativo para escuelas técnicas.
El bloque Justicialista, encabezado por José Mayans y alineado con Cristina Fernández de Kirchner, rechazó en su totalidad el proyecto, al considerar que el Presupuesto está “desactualizado” y no refleja la realidad económica del país.
Con esta sanción, la Casa Rosada logró su primer gran triunfo legislativo de 2025, luego de un año marcado por derrotas parlamentarias. La nueva composición del Congreso tras las elecciones de medio término fue clave para que el oficialismo lograra aprobar un Presupuesto acorde a su programa económico.
Durante el debate, hubo fuertes cruces discursivos. Desde el oficialismo defendieron el Presupuesto como una herramienta de previsibilidad y orden fiscal, mientras que desde la oposición cuestionaron el impacto sobre educación, ciencia y políticas sociales.
Con la aprobación del Senado, el Presupuesto 2026 ya es ley, pero aún restan algunos pasos formales e institucionales:
Promulgación presidencial
El texto sancionado es enviado al Poder Ejecutivo, que debe promulgarlo mediante decreto. Milei puede hacerlo de manera expresa o automática si no lo observa dentro del plazo legal.
Publicación en el Boletín Oficial
Una vez promulgada, la ley debe publicarse en el Boletín Oficial. A partir de ese momento, el Presupuesto entra formalmente en vigencia.
Ejecución del Presupuesto
Desde el 1° de enero de 2026, el Gobierno nacional podrá ejecutar el gasto y administrar los recursos conforme a las partidas aprobadas por el Congreso.
Reglamentaciones y adecuaciones
Algunos artículos requieren reglamentación por parte del Ejecutivo, especialmente aquellos que establecen criterios de asignación, controles o condiciones específicas.
Control legislativo
Aunque el Presupuesto esté aprobado, el Congreso mantiene su rol de control a través de la Auditoría General de la Nación y el seguimiento de la ejecución presupuestaria durante el año.
La sanción del Presupuesto 2026 no solo ordena el esquema de ingresos y gastos del Estado, sino que también redefine prioridades y abre un nuevo escenario de debate sobre educación, ciencia, universidades y el rol del Estado. Para el Gobierno, es una señal de fortaleza política; para la oposición, un punto de conflicto que promete trasladarse a la calle y al control de la ejecución.
Con la “ley de leyes” ya sancionada, el desafío ahora pasa de los recintos al terreno de la gestión y el impacto real en la economía y la vida cotidiana de los argentinos.