Robaron a médicos mientras cumplían guardia en Navidad

Los profesionales, que viajan a la ciudad cada 15 días para cubrir guardias médicas, se alojan en departamentos ubicados sobre la calle José Hernández, donde se produjo el ilícito. Aprovechando su ausencia —ya que se encontraban trabajando en el hospital—, los delincuentes ingresaron a las viviendas y sustrajeron computadoras, teléfonos celulares y otros elementos de uso personal y laboral.

Un dato que genera especial preocupación es que las puertas no presentaban signos de violencia, lo que refuerza la hipótesis de que el autor o los autores del hecho habrían utilizado una llave para concretar el robo. Esta modalidad hace presumir que se trataría de alguien con conocimiento previo de los movimientos, horarios de guardia y rutinas de los médicos, así como de los momentos en que los departamentos quedan desocupados.

Investigación en curso

En el lugar trabajó personal de la Policía Científica, que realizó las pericias correspondientes para levantar rastros y recolectar elementos probatorios. La causa se encuentra en plena etapa investigativa y, por el momento, no se informó sobre personas identificadas o demoradas.

Más allá de la pérdida material, el hecho generó un profundo malestar entre los profesionales afectados, quienes no solo fueron víctimas de un delito, sino que además se encontraban prestando servicio esencial durante una jornada festiva, garantizando la atención sanitaria a la comunidad.

Un reclamo que se repite

El episodio vuelve a poner en el centro del debate la seguridad en torno al Hospital Regional Río Grande, una problemática que los trabajadores vienen señalando desde hace tiempo, especialmente en relación con agresiones, amenazas y ahora también hechos delictivos que los tienen como blanco.

Desde distintos sectores del ámbito sanitario advierten que la falta de condiciones adecuadas de seguridad no solo afecta al personal, sino que también impacta en la calidad del servicio y en la permanencia de profesionales en el sistema de salud pública.

El robo ocurrido en Navidad no es un hecho aislado, sino que se suma a una serie de situaciones que refuerzan un reclamo histórico: trabajar en salud no puede implicar hacerlo en un contexto de desprotección.