En una entrevista radial en FM Provincia, Gallegos cuestionó los convenios impulsados con CEMEP y la Clínica San Jorge, que contemplan incrementos del 35% y hasta el 40% en algunas prestaciones. Según explicó, esos porcentajes no guardan relación con la inflación actual y fueron planteados sin que los vocales entrantes contaran con los datos necesarios para evaluarlos con seriedad.
“No digo que no haya que actualizar valores, pero no se puede firmar a ciegas. Pedí documentación sobre ingresos, gastos, derivaciones, medicamentos, prótesis y presupuesto, y nunca me contestaron”, sostuvo.
El futuro vocal de los jubilados remarcó que se pretendía validar convenios de largo plazo —de hasta tres años con posibilidad de prórroga— en apenas diez días y sin participación real de quienes asumirán el control del organismo desde enero. “Así es imposible trabajar. Nos pedían tomar posición sin información, y eso no lo voy a hacer”, afirmó.
Gallegos también expresó reparos sobre cláusulas que prevén aumentos automáticos a prestadores en función de futuros ingresos de la obra social. “Ningún Estado redistribuye automáticamente cada ingreso extra. Los ajustes deben discutirse periódicamente, con números sobre la mesa”, señaló.
Otro punto crítico fue la falta de respuestas sobre el fondo creado por la Ley 1596, destinado a tratamientos de alto costo y enfermedades crónicas. El dirigente aseguró que solicitó información sobre el destino de esos recursos en un contexto donde afiliados reclamaban medicamentos y tratamientos, sin obtener contestación oficial.
“Mi función es defender a los trabajadores y jubilados, cuidar la economía de la obra social y asegurar que lo que se firme sea realmente sustentable. No voy a convalidar decisiones apuradas que después paguen los afiliados”, remarcó.
Finalmente, Gallegos anticipó que, una vez en funciones, buscará abrir canales de diálogo con afiliados y gremios, fortalecer la relación con el sistema público de salud y exigir transparencia como condición básica para avanzar en cualquier acuerdo. “Si corresponde firmar, se firmará. Pero primero hay que estudiar los números”, concluyó.