

"PERIODISTAS MENTIROSOS", escribió en mayúsculas, dando título a una serie de mensajes donde lanzó acusaciones, ironías y hasta insultos directos. "Había creído que una gran parte del periodismo había llegado a su máxima expresión como basura mentirosa con el tratamiento de la reducción de la pobreza. Me equivoqué. Me quedé corto", sentenció el mandatario.
En sus publicaciones, Milei cargó particularmente contra coberturas críticas de su política económica, asegurando que lo acusan falsamente de haber amenazado al campo y de comparar un posteo técnico con los métodos de Guillermo Moreno durante el kirchnerismo. "En definitiva, creo que la gente no odia lo suficiente a estos sicarios con credencial de supuestos periodistas. Si los conocieran mejor, los odiarían aún mucho más que a los políticos. CIAO!", remató.
Esta ofensiva no fue un caso aislado. Durante los últimos días, Milei también atacó al periodista Joaquín Morales Solá, a quien tildó de “imbécil” por criticar la conformación de su equipo económico. En respuesta, el Presidente celebró que su viceministro José Luis Daza haya sido invitado a disertar en el prestigioso MIT y lo usó como una suerte de "prueba" para desacreditar al analista.
“Encima, anoche se lo vio mentir descaradamente sobre el tema de las retenciones, mientras defendía al poeta que no distingue la ficción de la realidad”, dijo en referencia indirecta al exministro de Economía Martín Guzmán, habitual blanco de sus críticas.
En una entrevista con Radio Neura, el Presidente fue todavía más lejos: habló de “ensobrados”, “operadores” y “basuras” que “envenenan la vida a la gente” con mentiras. “Lo que pasa es que te rompes el lomo laburando, estás haciendo algo inédito, y los tipos —ya sea porque son miopes, envidiosos o resentidos— lo único que hacen es ensuciar. Y vos no te podés defender”.
Incluso trazó un paralelo con Lionel Messi, recordando cuando el futbolista decidió dejar de hablar con la prensa: “Messi se defendió de esto, y no les daban notas, les dejaron de hablar al periodismo por basuras mentirosas”.
En un clima de creciente tensión entre el poder Ejecutivo y los medios, las declaraciones de Milei no hacen más que encender el fuego en un país donde el periodismo atraviesa, desde hace años, un momento de fuerte polarización y hostigamiento.