

En declaraciones a FM La Isla, Abregú explicó que no hay avances concretos en las negociaciones con el Gobierno nacional y que la situación permanece estancada: “Seguimos igual que hace dos meses. Fabrisur quedó dentro del régimen, Hilandería Fueguina, Cordonsed y Australtex siguen con problemas. Australtex, puntualmente, está con una cautelar judicial.”
El sindicalista también apuntó a la competencia desleal generada por el ingreso de productos del exterior:
“El tema de la importación afecta muchísimo. Es imposible competir con China en indumentaria. Con este panorama, ¿qué rubro puede sostener el sector textil? Esto se está viendo en toda la Argentina”.
En cuanto al impacto directo en el empleo, Abregu fue contundente: “En 2023 teníamos entre 650 y 700 compañeros. Hoy quedan 250. Las fábricas despiden semanalmente. El panorama es muy complicado, sobre todo en las hilanderías. Hay muchas máquinas paradas.”
También denunció una modalidad cada vez más común: el uso de contratos por seis meses. “Se toma gente con contrato temporal y, si la empresa quiere desvincular, lo hace. Tienen las manos liberadas”, dijo.
Respecto a casos concretos, Abregú mencionó que Hilandería Fueguina despidió recientemente a cinco trabajadores aplicando el artículo 247 (despido con el 50% de la indemnización), y que, además, “están sacando ítems de producción que ya habíamos ganado”.
Sobre Australtex, una de las más grandes del sector, señaló: “Están con una cautelar, pero pidieron tejedores especializados. Tomaron gente que había sido despedida de otras fábricas. Eso indica que quieren volver a producir”.
Finalmente, expresó su preocupación por el deterioro de las condiciones laborales: “Estamos perdiendo derechos adquiridos, peleados y luchados por los trabajadores. Hoy están en un riesgo continuo”.
Y cerró con un mensaje claro: “Que la gente sepa lo que pasa con nosotros, los textiles. Tierra del Fuego no devuelve el trabajo. Cada desvinculación es una tragedia”.