

El Gobierno proyectaba una baja de hasta el 30% en productos tecnológicos. Si bien algunos modelos de celulares –como los Motorola Edge 60 o los iPhone 16– mostraron rebajas de entre el 15% y el 25%, en la mayoría de los casos las caídas rondaron entre el 7% y el 10%. En televisores y aires acondicionados, los precios también descendieron pero de manera leve, promediando un 9% y un 7% respectivamente.
Los retails explican que aún persisten costos de intermediación y que la implementación del courier desde la isla sería clave para que las rebajas lleguen de forma más directa al consumidor.
A pesar del leve descenso en precios, el consumo de electrónicos sigue flojo. El Hot Sale tuvo un rendimiento aceptable dentro del contexto general, pero las ventas están condicionadas por el acceso a financiación. Más del 85% de las compras en mayo se hicieron con tarjetas de crédito, y el 70% de ellas en cuotas, mayormente en tres pagos.
La competencia creciente de plataformas online también empuja a las cadenas a mantener precios competitivos, lo que suma presión a los márgenes y a la rentabilidad.
El impacto de la medida no sólo se siente en las góndolas, sino sobre todo en el entramado industrial fueguino. Con miles de empleos en juego, la preocupación crece en la provincia por el avance de productos importados que ingresan a precios muy competitivos, especialmente en línea blanca. Lavarropas y heladeras de tecnología inverter están llegando al país con valores similares a modelos más básicos fabricados localmente.
Ante este escenario, empresas, gremios y el Gobierno provincial iniciaron negociaciones para lograr medidas de compensación que preserven la competitividad fueguina. El objetivo: llegar a enero –cuando se eliminará completamente el arancel de importación para celulares– con herramientas que amortigüen el golpe y eviten despidos masivos.
Aunque la baja de precios fue concreta en algunos productos, su efecto en la inflación de junio será limitado. Según la consultora Equilibra, la categoría “celulares” registró una baja de 2,5% en la primera semana del mes, mientras que el rubro electrodomésticos apenas descendió un 0,3%. En consecuencia, el impacto sobre el IPC general será acotado.
La apertura a las importaciones empieza a notarse en los precios, pero aún no cambia el panorama de fondo: los consumidores siguen comprando con cautela y Tierra del Fuego observa con preocupación cómo su industria pierde terreno frente al producto importado. El dilema entre precios bajos y empleo local vuelve a instalarse con fuerza en el debate nacional.