

La negociación salarial entre el Sindicato de Profesionales de la Salud (SIPROSA) y el Gobierno provincial volvió a quedar estancada tras la última reunión técnica habilitada por el gobernador. Según explicó el doctor Roberto Oyarzún, miembro de la comisión directiva del gremio, el Ejecutivo sólo ofreció crear un “complemento profesional” valorado en 28.000 pesos, cifra que el sector considera irrisoria.
“Imaginate, es una risa, una medalla de buen empleado”, cuestionó Oyarzún al describir la propuesta oficial.
El referente recordó que el conflicto se arrastra desde hace tres meses y que, pese al gesto inicial de incluir al gremio en encuentros paralelos a la paritaria general, “los resultados fueron prácticamente nulos”. Mientras tanto, los profesionales continúan con medidas de fuerza y asambleas conjuntas con ATE, ATSA y UPCN, que incluyen carteles y globos negros en el hospital.
Oyarzún advirtió en FM Del Pueblo, que la crisis ya se traduce en una merma de la atención: “Un servicio de Ginecología que tenía 15 profesionales hoy tiene 6; es lógico que no haya turnos”. La demora para reemplazar a un médico que renuncia puede llegar a un año, tiempo que se extiende por trámites administrativos y la reticencia de los postulantes a radicarse en Río Grande.
“Seguimos siendo menos profesionales que antes, aunque el plantel total del Ministerio de Salud pasó de 2.200 a 3.300 empleados”, denunció.
“La gente no miente: no consigue turno o le dan para dentro de un mes”.
El dirigente también rechazó las afirmaciones de ATE y ATSA sobre la representatividad del personal médico: “No tienen afiliados profesionales. En SIPROSA sumamos cerca de 250, mientras que ATE, ATSA y UPCN no llegan a diez entre los tres”.
Aunque calificó de “desgastante” la prolongación del conflicto, Oyarzún sostuvo que aún conserva expectativas: “Veo una luz si en la próxima mesa técnica se acuerda un número tentador que destrabe la situación. No podemos seguir así; la sociedad necesita que volvamos a atender con normalidad”.
Por el momento, la continuidad de las medidas de fuerza dependerá de la respuesta económica que surja de las reuniones previstas “la semana que viene o la otra”.