

José Luis “Pepe” Recchia, referente del sector turístico en Tierra del Fuego, advirtió sobre una temporada invernal marcada por la baja ocupación hotelera, el menor consumo de los visitantes y la creciente fuga de turistas hacia destinos internacionales. “La noche en reservas es muy oscura”, resumió con crudeza.
En declaraciones a Radio Provincia, Recchia confirmó una caída interanual de entre el 30% y el 60% en las reservas, según la categoría del alojamiento. La situación es más crítica en los complejos pequeños y cabañas, donde la ocupación no supera el 20%. A esto se suma el impacto de la informalidad en los alquileres temporarios, que afecta directamente a los establecimientos habilitados.
“El turista cuida más el bolsillo. Se cocina más en los departamentos, hay menos consumo en restaurantes y más atención al precio del vino”, describió. Aunque la oferta gastronómica se mantiene variada, el nivel de gasto descendió significativamente.
Otro factor que golpea al sector es la disminución en los vuelos. “Antes teníamos seis frecuencias semanales entre Córdoba y Ushuaia; ahora son apenas dos”, detalló, al tiempo que destacó que la conectividad es clave para atraer visitantes del centro y norte del país.
Recchia también alertó sobre el fuerte crecimiento del turismo al exterior, potenciado por un tipo de cambio desfavorable para el turismo interno: “Este año salieron tres millones más de turistas de los que ingresaron. Eso afecta directamente al movimiento local”.
Pese a todo, mantiene algo de esperanza en el tirón que puede generar la nieve y la llegada de los equipos olímpicos: “Cuando hay nieve, el esquiador viene. No tenemos nada que envidiarle a otros centros del mundo, salvo el tamaño”.
Finalmente, llamó a fortalecer la promoción del destino fueguino dentro del país y a buscar estrategias para que el turista prolongue su estadía. “Cuando no hay turismo, se caen muchas estanterías. Y eso en Ushuaia se nota más que nunca”, concluyó.