

Por: Ramón Taborda Strusiat
Ushuaia.- El biólogo Adrián Schiavini habló con Mañanas Diferentes, por FM Espectáculo 93.1, sobre el tratamiento en
El científico del CADIC explicó que las limitaciones para este sistema son mayormente de orden económico: “Si mañana se me ocurre instalar un sistema de cultivo de salmones RAS en Caleta San Pablo, tendré agua y camino, pero no energía. Los sistemas estarán atados a la existencia de redes eléctricas o de gas, a partir del cual podrías producir electricidad. Ahí tenés que mirar el mapa para ver dónde están las líneas eléctricas y dónde los gasoductos. En cuanto más lejos estés de estas líneas, en algún punto será económicamente inviable”.
Además, expuso que “
“Son grandes estanques especialmente preparados en los que el agua de mar se recircula y se agregan los nutrientes que se necesitan; el alimento se recoge y el agua se puede controlar mucho más. Es mucho más amigable con el ambiente que lo que vemos que sucede en Chile”, indicó.
“Algunos funcionarios encantados por los ceros de los miles de millones de dólares que exporta Chile, piensan que podemos hacer lo mismo y si no lo hacemos, es porque los ambientalistas son unos bobos que no quieren desarrollo”.
Además, comparó: “Chile tiene unos 20 mil kilómetros de línea de costa, con fiordos, canales, caletas y bahías, donde se colocan las jaulas. Tierra del Fuego tiene
Schiavini indicó que “la producción de cualquier especie es demasiado importante para que quede en manos solamente de la autoridad de pesca. Los gobiernos trabajan en compartimentos estancos. A Pesca le llega un pedido de autorización de instalar un cultivo y dice ‘esto no produce daño’; luego viene otro, y otro, y otro, y así llenamos la costa de Beagle”.
Y agregó: “Deberían trabajar juntos la autoridad de Pesca, la de Ambiente y la de Planificación, que son las que en conjunto dicen ‘qué vamos a hacer acá, qué impacto tiene y cuántos pequeños impactos aceptamos para tener el menor impacto acumulativo’. Esto pasó en
Además, recordó que “el límite de 50 toneladas se puso pensando en los establecimientos existentes y en consulta con el mismo sector productivo. Fue un límite establecido en consenso. Si ahora aparecen intenciones de modificarlo, se puede hacer por reglamentación o por Ley. Como hablamos de un sistema de cría que generaría muy poco residuos que iría a parar al medio marino, uno no espera que los límites del sistema RAS sean de 50 toneladas. Tienen que ser mayores”.
También apuntó contra el exdiputado nacional por el PRO, Gastón Roma, quien criticó a los movimientos ambientalistas por la producción: “Capaz que Roma se rateó la clase de geografía. Bahía San Sebastián tiene una amplitud de marea infernal. Hay mareas de
“Le recomiendo a Roma que lea un estudio que llevaron adelante tres colegas de
El biólogo manifestó que la salmonicultura “tiene tres fases. La primera es la producción de los juveniles, como la producción de pollitos. Esto es de alta tecnología. No es un balde donde tirás las gónadas de las hembras y los machos. Tiene muchos cuidados tecnológicos. Chile ya tiene instalaciones, que no son galponcitos. Estos autores decían que era poco probable que una empresa invierta en esta infraestructura para alimentar una cantidad de centros de cultivos como los que habría en Tierra del Fuego. Esos vendrían de Chile”.
Luego, “la segunda fase es el engorde. Ahí trabajarían los locales. En el armado de las jaulas y el mantenimiento. Hay que mandar a buzos para que limpien el fondo. Luego tenés que tener gente que dé la comida e inyecte antibióticos. Cada centro de cultivo generaría unos 15 o 20 puestos de trabajo. Teniendo en cuenta los que habría en un lugar como el Canal, tendrías unas 70 personas”.
Finalmente, “hay que sacar los salmones, faenarlos y prepararlos para la exportación. En Punta Arenas y Porvenir, Chile tiene instalaciones preparadas para sacarlos directamente. En parte, se sacan vía Calafate por transporte aéreo de Aerolíneas”.
“Estos ex políticos berretas, como Roma, se toman de estos datos para decir ‘habrá solo 70 empleos’. Hablamos de un escenario de entre 3 o 5 centros de cultivos. Si colocás instalaciones de tipo RAS, como no tenés límites en el número, la cantidad de puestos puede ser mayor. Siempre y cuando tengas los centros de procesamiento y empacados, que se verán justificados si la producción es importante”, sentenció.
Por último, fue consultado por la posibilidad de desarrollar la actividad en mar abierto, y dijo: “Hay dos cosas. Una es que en el mar abierto, toda la porquería se va con el mar. Buena parte cae al fondo, pero por la dinámica de las corrientes marinas, buena parte se va a otro lado. Es como barrer y tirar la basura bajo la alfombra”.
“Otro punto es el impacto del ambiente sobre la instalación. Una jaula de