

El texto, iniciativa de la legisladora Natalia Gracianía y del legislador Agustín Coto, propone fomentar “el desarrollo sostenible de la acuicultura, maximizar beneficios económicos, garantizar el control y promover la disminución del impacto ambiental”. Señalan en los fundamentos del escrito, que el RAS permite ajustar “a las condiciones y necesidades ambientales específicas” que otorga “flexibilidad y vocación de permanencia a la norma”.
Cabe recordar, que el asunto fue abordado por el mismo espacio, en la reunión de Comisión del 25 de junio pasado con la participación de sectores vinculados a la ciencia, a la academia y de asociaciones ambientalistas en conjunto con el Poder Ejecutivo fueguino