viernes 11 de julio de 2025 - Edición Nº2410

Generales | 10 jul 2025

Un golpe con dos tercios

El Congreso desafía la hegemonía de Milei y reescribe el tablero político

En un giro inesperado, el Senado le propinó al gobierno de Javier Milei el golpe más duro desde su asunción. No fue un escrache, ni una marcha. Fue algo mucho más profundo: una derrota institucional con mayoría calificada.


En una sesión que la propia Libertad Avanza desconoce y promete judicializar, la oposición logró aprobar por dos tercios un paquete de leyes previsionales que incluye el aumento del bono jubilatorio, una recomposición del 7,2 % en los haberes y la extensión de la moratoria, medidas que el presidente ya advirtió que vetará por “atentar contra el equilibrio fiscal”.

Pero más allá del contenido, el dato que retumba en Balcarce 50 y más allá es político: el Congreso mostró que tiene los votos para limitar a Milei, incluso cuando se niegue a sentarse a negociar.


Mayoría calificada, veto anunciado

Las cifras hablan por sí solas:

  • 52 votos a favor y solo 4 abstenciones para el aumento jubilatorio y el bono.

  • 39 votos a favor para la extensión de la moratoria previsional.

En ambos casos, la suma superó con holgura los dos tercios del Senado, una mayoría que otorga una potencia política inusual: si Milei veta, como ya anticipó, el Congreso podría insistir con las leyes y forzar su promulgación.


¿Quiénes desafiaron a Milei?

Peronistas, radicales y partidos provinciales conformaron la alianza heterogénea que hizo posible la sanción. Entre ellos estuvieron:

  • Senadores de la UCR, como Lousteau, Fama, Blanco y Abad.

  • Representantes de Las Provincias Unidas, como Carlos “Camau” Espínola.

  • La cordobesa Alejandra Vigo, cercana a Schiaretti.

  • Los santacruceños afines a Claudio Vidal.

  • Incluso una figura del PRO como Guadalupe Tagliaferri, cercana a Larreta.

Mientras tanto, La Libertad Avanza, el PRO duro y otros bloques aliados decidieron ausentarse, rechazando la validez misma de la sesión, y anunciaron que judicializarán el proceso.


Jubilados, cajas y fondos ocultos

Más allá del impacto político, el contenido de las leyes también expone una agenda que contrasta con la del Gobierno:

  • El bono para jubilados sube de 70.000 a 110.000 pesos, y se incorpora una recomposición del 7,2 %.

  • Se garantiza que las provincias que no transfirieron sus cajas previsionales reciban fondos mensuales antes del día 20.

  • La moratoria previsional permitirá a miles de personas en edad jubilatoria acceder al haber mínimo, cuando hoy solo podrían aspirar a la PUAM (el 80 % de ese monto y sin pensión por viudez).

Además, se incorporaron fuentes de financiamiento alternativas:

  • Eliminación de beneficios fiscales para directores de empresas y sociedades.

  • Redireccionamiento de partidas de inteligencia asignadas a la ex SIDE.

  • Fondos de registros automotores y ahorros por baja de tasas del FMI.


Milei en jaque: ¿fin de la lógica del decreto?

Hasta ahora, el presidente Milei había gobernado como si el Congreso fuera un apéndice prescindible. Entre decretos, vetos y discursos contra la “casta”, parecía blindado. Pero la votación del Senado marca un punto de inflexión.

Por primera vez, el Congreso no solo se opuso con fuerza, sino que lo hizo con los números que la Constitución exige para doblarle el brazo.

Si Milei decide vetar estas leyes, quedará en evidencia el contraste: el presidente que predica austeridad frente a un Parlamento que le responde con una agenda socialmente sensible.


La grieta previsional

Mientras desde el oficialismo se habla de "populismo fiscal", desde la oposición se reivindica la decisión como un acto de “sensibilidad y responsabilidad” frente a los sectores más golpeados por la inflación y el ajuste.

“La casta para este Gobierno son los jubilados”, lanzó la senadora Guadalupe Tagliaferri, en una frase que resumió la tensión del debate.


Un nuevo equilibrio de poder

La aprobación por dos tercios no es una ley más: es una señal clara. El Congreso, cuando quiere, puede ponerle un freno al Ejecutivo, incluso a uno tan decidido a ignorarlo como Milei.

El efecto político ya se siente. La mayoría circunstancial de esta sesión dejó al descubierto que, si hay voluntad política, hay votos para resistir. Y en ese nuevo mapa, el oficialismo ya no tiene hegemonía.

Tiene, apenas, una advertencia: el poder sin consensos es frágil. Y el Congreso, esta vez, lo dejó claro.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias