Por: Ramón Taborda Strusiat

Punta Arenas (La Prensa Austral).- Estudiar en una universidad cercana, de calidad y con apoyo económico es una posibilidad que, desde 2018, ha permitido a jóvenes argentinos de Tierra del Fuego cursar carreras profesionales en Punta Arenas gracias a la Beca de Integración Transfronteriza Austral. Este beneficio, impulsado por la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) junto a la Universidad de Magallanes (UMAG), ha permitido que once estudiantes accedan a estudios superiores en la región, tres de los cuales ya se titularon.

Una de ellas es Mariela Cárcamo Fleury, joven de 23 años, oriunda de Río Grande, hija de padres chilenos nacionalizados en Argentina. Se tituló recientemente como psicóloga y representa el tercer caso exitoso de esta beca, tras Macarena Paz Morillo (Terapia Ocupacional) y Agostina Muriel Gallardo (Kinesiología), ambas egresadas en 2023.

“Tuve una buena experiencia, me dieron una buena bienvenida y encontré amistades que me apoyaron. Considero que es realmente importante que haya universidades en zonas extremas. Todos deberían tener la oportunidad de poder estudiar y por ahí no siempre están las carreras de tus sueños o las que quieras en tu ciudad”, anotó Mariela, quien llegó a la UMAG tras haber completado su secundaria en la Escuela Moderna de Educación Integral en 2018.

En ese entonces, pensaba viajar a estudiar al norte de Argentina, pero los costos lo dificultaron. Fue su madre quien encontró la beca en internet y la animó a postular. El buen rendimiento académico la favoreció. Así comenzó en 2020 la carrera de Psicología, en plena pandemia, y recién en 2022 pudo viajar a Punta Arenas para asistir a clases presenciales.

Vivir sola y adaptarse a una nueva ciudad no fue sencillo: “Fue un poco intenso, porque en algunos momentos igual me sentí bastante sola y tuve un cuadro depresivo. Entonces como que ahí mis papás venían más seguido, yo iba para mi casa, pero en sí como que igual lo pasé más sola que acompañada, salvo algunas amistades que siempre estuvieron ahí”.

A pesar de las dificultades, decidió quedarse en Punta Arenas para desarrollarse profesionalmente, una ciudad con la que siente un vínculo especial por la historia de su familia: su bisabuelo y abuelo trabajaron en la maestranza “La Pampa” de Alberto Fleury, ubicada en Bulnes esquina Maipú, a comienzos del siglo XX.

Su padre, Ignacio Cárcamo, destaca el valor de este proceso formativo. “Estamos muy orgullosos de que haya logrado titularse a tan corta edad. Nos dolía la distancia, pero sabíamos que era el camino para que creciera y tuviera un futuro”, comentó. Y no duda en recomendar la beca a otras familias: “Ya he conversado con varios compañeros que están postulando para enviar a sus hijos a la UMAG. Hoy en día estudiar en el norte argentino es muy caro, y tener una universidad cercana, accesible y con calidad, como esta, es una gran oportunidad”.

Actualmente son once los jóvenes beneficiarios activos de esta beca. Siete de ellos comenzaron este 2025 carreras técnicas y profesionales en la UMAG, reforzando el objetivo de esta política de integración: acercar la educación superior a territorios aislados y fomentar la cooperación entre comunidades fueguinas de ambos lados de la frontera.