sábado 02 de agosto de 2025 - Edición Nº2432

Generales | 27 jul 2025

Precios de frontera

Crece la preocupación industrial: ARCA permite ingresar cocinas y heladeras desde Chile

El nuevo régimen aduanero dispuesto por ARCA (Agencia de Recaudación y Control Aduanero) encendió las alarmas en el sector industrial argentino, especialmente en Tierra del Fuego. Desde esta semana, los argentinos pueden ingresar como parte del equipaje personal electrodomésticos de línea blanca adquiridos en Chile —como heladeras, cocinas, lavarropas y aires acondicionados— bajo la categoría de bienes “regalados” o de uso doméstico no comercial.


La Resolución IG-2025-3-E-ARCA-DGADUA amplió el histórico listado de bienes permitidos para el ingreso fronterizo, sumando productos voluminosos que antes estaban prohibidos. Con esto, se abrió un canal legal para el ingreso de electrodomésticos sin aranceles aduaneros, en medio de una profunda diferencia de precios: una heladera mediana en Chile cuesta menos de la mitad que en Argentina, al igual que cocinas y lavarropas, con diferencias que van del 40% al 70% en algunos casos.

Tierra del Fuego, en la mira

El impacto directo lo siente Tierra del Fuego, donde aún sobrevive una parte de la industria electrónica nacional. Los productos que ahora se pueden ingresar por tierra desde Chile compiten de manera directa con la producción local fueguina, ensamblada en la isla bajo el régimen especial del Área Aduanera. A pesar del nuevo canal de ventas online que habilita a fábricas de Tierra del Fuego a ofrecer productos en todo el país (Resolución 286/2025), la ventaja de precios de los comercios chilenos sigue siendo contundente.

Los industriales fueguinos alertan por una posible caída en ventas y una nueva ola de retracción del empleo, en un contexto donde las importaciones formales ya venían erosionando la competitividad del sector. La facilidad de cruzar la frontera y regresar con productos de línea blanca como “regalo” puede convertirse en un nuevo dolor de cabeza para las pymes del sector.

¿Oportunidad para los consumidores?

Desde el gobierno, el propio ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, defendió la medida con tono irónico. En redes sociales escribió:

“Hoy te voy a contar una historia algo cómica (aunque otros la clasificarían de grotesca). Resulta que entre los bienes prohibidos de ingresar al país, al mismo nivel que una metralleta o un kilo de cocaína, estaban los electrodomésticos de línea blanca. Eso ya no va más.”

La nueva política responde a una lógica de desregulación que busca beneficiar al consumidor con acceso libre a precios internacionales. El argumento oficial es que los productos ingresados deben ser para uso doméstico, no comercial, y que deben respetar los valores de franquicia (300 USD por vía terrestre o 500 USD por vía aérea por adulto).

¿Quién puede aprovecharlo?

Si bien la medida parece beneficiosa, no es para cualquiera. Transportar electrodomésticos voluminosos desde Chile implica costos en tiempo, combustible, espacio y planificación logística. Además, la compra debe realizarse en el exterior con medios de pago transparentes y hay controles de ingreso más estrictos.

No obstante, para quienes viven cerca de la frontera —como muchas familias de la Patagonia— el beneficio es real: precios a mitad de valor y ahora, sin trabas legales.


Finalmente
Mientras el consumidor celebra, la industria argentina vuelve a enfrentar una competencia desigual. La apertura a la importación informal de productos que antes estaban restringidos genera alivio en algunos hogares, pero enciende las alertas en fábricas, sindicatos y economías regionales.

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