

Fernando Gliubich, empresario de Río Grande e integrante de la Cámara de Comercio y CAME, expresó su fuerte preocupación por el rumbo económico del país y el impacto que ya se evidencia en Tierra del Fuego. En una entrevista en FM Espectáculo, criticó la eliminación de la barrera sanitaria, advirtió sobre una crisis profunda en el mercado interno, y aseguró que la industria nacional “está en jaque”.
En relación a la decisión del Gobierno nacional de levantar la histórica barrera sanitaria, Gliubich consideró que fue una medida “casi inconsulta” y de alto riesgo:
“Nadie en la Patagonia hubiese estado de acuerdo con una medida que ponga en riesgo el estatus sanitario, que es una de las condiciones más importantes para el mercado interno y externo”.
Sostuvo que el argumento oficial de reducir el precio de la carne en góndolas fue falso:
“La realidad es que eso no sucedió. Esto responde a una cuestión de oferta y demanda, no al volumen del mercado. Hay muchas variables que afectan el precio y no se resuelven con una decisión arbitraria que pone en jaque décadas de trabajo”.
Al analizar la situación económica, Gliubich fue contundente:
“Hoy no hay liquidez. Por más que baje la inflación, sin mercado interno no se reconstruye el tejido social”.
Señaló que la falta de acceso al crédito, el atraso cambiario y el aumento de tarifas están afectando severamente a las pequeñas y medianas empresas:
“El gran problema de las PyMEs es el costo. Los costos te comen. Por más creatividad o resiliencia, hay que pagar sueldos, alquileres, cargas sociales. Se terminan las brujerías”.
En ese sentido, cuestionó el impacto de la baja de aranceles y apertura de importaciones:
“Decir que baje el precio de una heladera es fácil, pero el comerciante tiene que pagar todas las obligaciones. Se hace muy difícil sostener la formalidad”.
Gliubich advirtió que la industria nacional está retrocediendo:
“Este es un modelo muy similar al de la década del 90. Si no protegemos el mercado interno, la industria va a afrontar problemas muy graves. Hoy las PyMEs están reestructurando personal y perdiendo capacidad de inversión”.
También se refirió al retiro de empresas y la falta de confianza internacional:
“Las inversiones no llegan. Hay desconfianza, falta de reglas claras y un modelo especulativo. Las empresas prefieren girar divisas que invertir en producción”.
Sobre la situación local, expresó que la crisis ya es visible en los comercios de Río Grande y el futuro del subrégimen industrial preocupa:
“La zona norte vive un momento de incertidumbre. La industria electrónica no tiene horizonte claro y en hidrocarburos hay dudas sobre quién va a operar y financiar las áreas tras la salida de YPF”.
Mencionó también que el turismo no logró repuntar, afectando los ingresos provinciales, y remarcó que la interrupción de la obra pública nacional “golpea muy fuerte a la provincia”.
También valoró la creación de un espacio federal intermedio entre gobernadores críticos del gobierno nacional:
“Puede ser una alternativa interesante de cara al futuro. Hoy hay una falta total de diálogo y concertación. Eso es una de las cosas que más se le puede reprochar al presidente Milei”.
Finalmente, concluyó:
“Con este nivel de retracción económica y discutiendo ingresos por coparticipación, no hay mucho margen para hacer nada. La situación es muy frágil”.