

Estadía media: bajó de 4,1 días en 2024 a 3,9.
Gasto diario promedio: fue de $89.236, apenas 4,8% por encima del año pasado si se ajusta por inflación.
En comparación con 2023, la caída fue todavía más profunda: 21,5% menos de turistas y una estadía un 13,3% más corta.
Desde CAME señalan que el clima económico, la baja del poder adquisitivo y un tipo de cambio menos competitivo desalentaron los viajes locales. La pérdida de turistas extranjeros también tuvo un impacto considerable.
“Las vacaciones de invierno sintieron la caída del poder adquisitivo familiar, la pérdida de competitividad cambiaria y un clima más frío y lluvioso de lo habitual”, explicaron desde la entidad.
Además, se destacó que muchos turistas de mayor poder adquisitivo optaron por viajar al exterior, mientras que quienes se quedaron dentro del país buscaron opciones en función de promociones, descuentos y cercanía.
Uno de los indicios de esta tendencia ya había sido visible en el Hot Sale de mayo, donde más de la mitad de las ventas fueron a destinos fuera del país. Según el INDEC, los viajes al exterior crecieron 67% en el primer cuatrimestre del año.
Pese a la baja generalizada, algunos destinos lograron sostener movimiento gracias a su oferta invernal:
Bariloche, San Martín de los Andes y Villa La Angostura atrajeron a los amantes de la nieve.
Ushuaia y El Calafate volvieron a destacarse.
Iguazú, Salta y Mendoza mantuvieron un flujo constante.
Las termales en Entre Ríos y Santiago del Estero también fueron elegidas ante las bajas temperaturas.
Las playas, en cambio, quedaron relegadas por el frío y las lluvias.
Una de las pocas notas positivas fue el escalonamiento del calendario escolar: permitió un flujo turístico más distribuido a lo largo de julio, lo que descomprimió rutas y favoreció precios más competitivos en alojamiento.
El retroceso en el turismo interno refleja la fragilidad económica del momento y marca una alerta para el sector. Aunque millones de argentinos viajaron, lo hicieron con menor duración, menor gasto y mayor cautela. El desafío ahora será reconquistar al turista nacional para las próximas temporadas en un contexto donde el exterior parece cada vez más tentador.