lunes 04 de agosto de 2025 - Edición Nº2434

Generales | 3 ago 2025

CARLA WICHMANN

Comunidad Costera: “No queremos salmonicultura ni en la tierra, ni en el agua”

La referente de la Asamblea Comunidad Costera de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, se refirió a la actividad que realizaron para rechazar cualquier modificación a la Ley 1355 y por la defensa de la misma. “No queremos salmonicultura ni en la tierra ni en el agua, lo que queremos es que se defienda la ley 1.355 y que se mantenga sin modificación”, advirtió. Pero también, señaló que la asamblea que integra se opone a la producción intensiva en tierra, mediante el sistema conocido como RAS. Repasó los inconvenientes que tiene dicho sistema y dijo que “no va a ser para que lo comamos nosotros, volviendo al concepto de soberanía alimentaria, va a seguir siendo algo que se va a exportar, y seguimos metiendo extractivismo que ya sabemos cómo dejan los cuerpos y territorios de los lugares en donde se desarrollan”, advirtió Wichmann.


Carla Wichmann, integrante de la Asamblea Comunidad Costera de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, en diálogo con el programa radial “Desde las Bases”, que se mite por Radio Provincia, se refirió a la actividad que llevaron adelante el viernes pasado en Río Grande y Ushuaia, señalando que fue para “mostrar que la salmonicultura, la cría intensiva de salmones y de animales en el agua y en la tierra, no tienen licencia social en esta provincia”.

“No queremos salmonicultura ni en la tierra ni en el agua, lo que queremos es que se defienda la ley 1.355 y que se mantenga sin modificación. Por eso estamos hoy acá en la calle, en este día, como bien dijeron de la Pachamama, honrándola, cuidándola y defendiéndola”, remarcó la militante ambientalista.

Wichmann separó la actividad realizada de manera artesanal, aclarando que se oponen a “La salmonicultura, ya sea en la tierra o en el agua, es decir, a partir de la cría intensiva de cualquier tipo de animales. Pensemos en una granja de pollos, en las mega factorías de cerdos, en un feedlot, es todo lo contrario a la soberanía alimentaria. De hecho, es inseguridad alimentaria, porque no estamos hablando de alimento en relación a lo que se produce, sino estamos hablando de un pez que es alimentado a su vez con harinas, con ultraprocesados, con sobredosis de antibióticos y de pesticidas, que vive en condiciones de hacinamiento”, repasó.

La referente de la Asamblea Comunidad Costera, indicó que “es algo que tenemos que cambiar”. Y advirtió que “La ley 1355 es muy clara en su texto, prohíbe la cría de salmones en el agua, en los mares, lagos y ríos, y regula la producción a una escala artesanal. Lo que pasa es que lo que no quieren es que tengamos justamente eso, soberanía alimentaria a partir de una producción artesanal que le permita a la comunidad hacerse de ese alimento de manera respetuosa con el ambiente, con ese mismo ser que se está criando también para alimentarnos”.

“Lo que quieren, son mega producciones con jaulas en el mar o con piletones en tierra de peces hacinados, enfermos, que se acumulan en el fondo, con sus cadáveres, sus fecas, los restos de comida que no ingieren, los antibióticos, los pesticidas. Yo no sé a quién con un poco de sentido común, básico, porque ni siquiera necesita uno tener un doctorado para esto, le puede parecer que esto es alimento o soberanía alimentaria”, remarcó Wichmann.

En otro tramo de la entrevista, la integrante de la Asamblea Comunidad Costera de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, se refirió al sistema de recirculación cerrada, conocido como RAS, indicando que el mismo “está en etapas experimentales, incluso en otras partes del mundo, en donde se han muerto cientos de salmones porque falla el sistema de recirculación, porque hay algún problema con los filtros, porque hay problemas con el oxigeno, porque imagínense lo costoso que es reproducir esas condiciones del mar de forma artificial”.

“O sea, pensemos en una pecera, la gente que ha tenido pecera, lo que cuesta mantener la pecera en condiciones. Ahora imagínense piletones con miles de litros de agua, con miles de peces ahí adentro, que se enferman, que hay que alimentar, que se mueren, que tienen o empiezan a desarrollar por el encierro conductas que no son propias de cuando están en condiciones naturales. De hecho, tienen conductas de canibalismo, se empiezan a atacar entre ellos. Entonces, tampoco es una opción en tierra de manera intensiva”, afirmó.

Para concluir, se refirió a “Los residuos que se generan, el agua que se utiliza, y la energía que se requiere. Porque para poder hacer este tipo de producción se requiere muchísima energía, y esto no es una cosa que no se sepa, incluso en los países como Japón, como Estados Unidos, que en etapa experimental tienen este tipo de producción, usan muchísima energía. Por ende, el costo del producto final va a ser altísimo, y no va a ser para que lo comamos nosotros, volviendo al concepto de soberanía alimentaria, va a seguir siendo algo que se va a exportar, y seguimos metiendo extractivismo que ya sabemos cómo dejan los cuerpos y territorios de los lugares en donde se desarrollan”, concluyó Carla Wichmann.

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