

En una entrevista con el programa Mañanas Diferentes, Fernández dibujó un escenario desolador para los comercios locales. “La situación es hiper complicada”, dijo sin rodeos. Y no es para menos: vacaciones de invierno con ventas tibias, paritarias que no se homologan, aumentos de tarifas, presión impositiva y una competencia digital que no para de crecer.
Aunque los carteles de "2x1" y “liquidación final” inundan las vidrieras, la gente no compra. ¿El motivo? El poder adquisitivo está por el piso. “Se compra comida en cuotas, y eso genera una bola de nieve. La plata no alcanza, ni siquiera para lo básico”, advirtió.
Y el panorama se agrava con la incertidumbre salarial: muchos comercios están pagando aumentos sin que se hayan homologado oficialmente. “Eligen pagarlos ahora, porque si después hay que abonar retroactivo, es imposible”.
Otro golpe silencioso: la competencia digital. “Mucha gente va al comercio a probarse un producto y después lo compra por Mercado Libre, sin envío y más barato. Nos están convirtiendo en probadores de showroom”, denunció.
Ni siquiera el turismo salvó la temporada: con una ocupación hotelera del 60%, los turistas llegaron, pero gastaron poco. “Fue un turismo gasolero. Hasta las chocolaterías vendieron menos”.
La postal que preocupa: locales cerrados, carteles de remate y empleos que no se reponen. “En tres horas, al publicar una vacante, recibimos más de 120 currículums”, contó. Aunque no hay despidos masivos, la no reposición de personal empieza a sentirse.
Desde la Cámara de Comercio fueguina se sumaron al pedido de emergencia PYME que impulsa la NAC. “Estamos cerrando 40 PYMEs por día en el país. Las medidas macro pueden tener lógica, pero nos están aplastando a los que quedamos en el medio”, alertó Fernández.
Y planteó una solución concreta: planes de pago realistas. “No pedimos moratorias eternas, pero sí esquemas posibles. Hoy no se puede todo. Si no pagás, te congelan la cuenta”.
Más allá de los números, el mal humor social afecta el ánimo de consumo. “La gente está angustiada. Vas a comprar algo y no tenés ganas”, expresó. Incluso hay alojamientos turísticos que piensan en bajar la persiana.
Y para cerrar, lanzó una advertencia que va más allá del comercio: “Sin educación, sin salud y sin trabajo, una ciudad no se sostiene. Y hoy todo eso está en jaque”.