

En un contexto de creciente tensión social, la ministra de Bienestar Ciudadano y Justicia, Adriana Chapperón, confirmó que más de 2.500 personas realizaron cambios de domicilio hacia Tierra del Fuego hasta el mes de abril de este año. Según precisó, la mayoría proviene del norte del país en busca de oportunidades que hoy la provincia “no está en condiciones de ofrecer”.
“La situación es crítica, no sólo por falta de recursos propios, sino por la caída de los programas nacionales”, explicó la funcionaria al describir un escenario de alta vulnerabilidad social que afecta especialmente a quienes no tienen empleo o no logran afrontar el costo de alquileres y servicios básicos.
Chapperón remarcó el crecimiento sostenido de pedidos por módulos alimentarios y asistencia mediante la Tarjeta Bienestar, y sostuvo que los aumentos en los servicios han afectado incluso el funcionamiento de comedores comunitarios. En este sentido, adelantó que el gobierno provincial trabaja con la Dirección Provincial de Energía y la Cooperativa Eléctrica para subsidiar parcialmente el costo de la energía en los espacios comunitarios: “Cocinan menos porque no pueden pagar la luz. Estamos buscando soluciones”, indicó.
La ministra también advirtió sobre el aumento de personas en situación de calle, aunque aclaró que muchos de estos casos responden a conflictos intrafamiliares más que a la falta total de redes. “Hay muchas personas que tienen familia, pero no pueden convivir por situaciones de conflicto. La crisis agrava todo”, explicó.
En cuanto al fenómeno de migración interna, la funcionaria describió que muchas familias llegaron con la expectativa de mejorar su situación o con promesas de ayuda familiar, pero la falta de empleo, de vivienda y de servicios complejiza la estadía. “A principio de año vimos muchas familias pidiendo volver a sus provincias de origen. Antes, la provincia ayudaba con los pasajes. Hoy no podemos hacerlo. No estamos en condiciones”, afirmó.
En esa línea, llamó a no alentar la migración hacia la provincia:
“Les pedimos a las familias que no alienten a sus seres queridos a venir. Tierra del Fuego tiene hoy el mismo problema que el país. Si no hay trabajo, acá se hace muy difícil vivir”.
Chapperón fue tajante al describir el panorama para lo que resta del año:
“Creo que es muy difícil. Uno no ve una salida. Ojalá el Gobierno Nacional recapacite. Se han cortado prácticamente todos los programas, y sin Estado, mucha gente no tiene cómo resolver su situación”.
Finalmente, la ministra reconoció que la estabilización de la macroeconomía no se refleja en el día a día de las familias: “Los precios siguen subiendo. Lo vemos cada semana en el supermercado. Los esfuerzos provinciales existen, pero no alcanzan. Hay muchas personas con discapacidad, en situación de vulnerabilidad, que necesitan ser ayudadas”.