

Un nuevo episodio de violencia en el boliche Quiu, ubicado sobre calle Perito Moreno, generó indignación y renovados reclamos por la falta de controles. Según relató Guillermo, un remisero de la ciudad, un agente de seguridad del local golpeó brutalmente a un joven en estado de ebriedad, lo arrojó al piso y lo dejó tirado desangrándose en la vereda.
“El domingo a las 6 de la mañana fui testigo de un abuso. Sacaron a un pibe del boliche que estaba hablando tranquilo con una señora de seguridad. Ella lo empuja y luego aparece otro tipo, robusto y adulto, que lo agarra del cuello y lo estampa contra la pared. El pibe se zafa, intenta seguir dialogando, y este tipo lo empuja con fuerza. Cae al piso, se golpea la cabeza y empieza a sangrar”, relató Guillermo en FM Aire Libre.
Lejos de asistirlo, los demás miembros de seguridad le pidieron al agresor que se retire. “Se fue caminando como si nada hubiera pasado. Lo dejaron tirado, desangrándose del corte que tenía en la cabeza”, sostuvo.
Ante la situación, el remisero llamó a la policía y decidió seguir al agresor hasta Don Bosco y Alberdi, donde fue finalmente detenido. “Él mismo reconoció que trabaja como seguridad de Quiu. El oficial le dijo textual: ‘ustedes hacen abuso de autoridad contra los pibes y eso no se puede permitir’”.
Guillermo también valoró la rápida intervención de la policía y la ambulancia, pero apuntó contra el accionar sistemático del personal del boliche:
“Siempre son chicos de 19 o 20 años. Se abusan porque están en estado de ebriedad y no se pueden defender. No sé si sus jefes saben lo que pasa en la puerta del local”.
El joven agredido fue trasladado al hospital y atendido en la guardia. “Fui hasta allá para quedarme tranquilo. Me confirmaron que estaba siendo atendido por el personal médico”, explicó el testigo, quien no dudó en calificar el hecho como parte de una conducta reiterada:
“Esto no pasa un solo fin de semana. Pasa siempre. Y muchas veces queda impune porque los padres no saben lo que realmente ocurrió”.
El boliche Quiu ya arrastra antecedentes de clausuras por distintos incumplimientos y su historial vuelve a estar bajo la lupa. Desde distintos sectores reclaman una intervención urgente de las autoridades municipales y provinciales para prevenir más hechos de violencia y garantizar la seguridad de quienes asisten a locales nocturnos.