

RIO GRANDE.- Un análisis del sitio especializado en defensa UK Forces Tracker ha generado una nueva polémica en la relación entre Argentina y el Reino Unido. Un mapa estratégico difundido por el portal británico incluyó a Argentina en la categoría de "amenazas estatales", un listado que comparte con potencias como Rusia, China e Irán. Esta clasificación, aunque no implica un conflicto inmediato, sitúa a Argentina como un punto de "interés estratégico" para la defensa británica, elevando la importancia del Atlántico Sur a niveles comparables a los de otras zonas de conflicto global.
Según el informe, el actual escenario de seguridad mundial presenta riesgos "más graves y sostenidos que en cualquier otro momento desde la Guerra Fría", lo que impulsa al Reino Unido a reforzar su política de defensa, especialmente en sus Territorios de Ultramar, como Gibraltar y las Islas Malvinas. El documento señala que la defensa de estos territorios es esencial para la soberanía británica y que deben estar preparados para responder a "desafíos externos, incluso si estos provienen de actores estatales hostiles".
Esta declaración se ve respaldada por un notable aumento de la actividad militar británica en las islas. Solo en julio de 2025, la Royal Navy desplegó el buque HMS Forth para patrullaje, mientras que el 3° Regimiento de Paracaidistas (3 PARA) llevó a cabo intensos ejercicios militares que incluyeron simulacros de combate urbano y maniobras anfibias. Además, la exhibición aérea de cazas Typhoon y un avión de transporte A400M Atlas en el marco del aniversario del "Día de la Liberación" completó una muestra de fuerza sin precedentes recientes.
Este refuerzo militar es parte de una estrategia de ocupación permanente conocida como roulement, implementada desde el final de la guerra de 1982. Esta política asegura una presencia militar constante a través de la rotación periódica de unidades. El informe de UK Forces Tracker no solo reaviva las tensiones históricas, sino que también subraya la firme postura de Londres de defender los territorios bajo su control, mientras Argentina mantiene su reclamo de soberanía ante la comunidad internacional.