

El exjuez electoral de Tierra del Fuego, Dr. Isidoro Aramburu, respaldó el reciente fallo del Superior Tribunal de Justicia que habilita la reforma constitucional impulsada por el oficialismo provincial. En declaraciones a FM La Isla, sostuvo que se trata de una sentencia “muy interesante, extensa y bien fundamentada”, y aclaró que “la declaración de inconstitucionalidad es siempre la última ratio, y en este caso no se dan los presupuestos para aplicarla”.
“La reforma fue aprobada por dos tercios de la Legislatura, que es la caja de resonancia política del pueblo. Desde ese punto de vista, no hay irregularidades jurídicas”, afirmó Aramburu, quien explicó que el fallo respeta la doctrina y jurisprudencia nacional. En ese sentido, señaló que “el Poder Judicial no está para salvarle las papas a los que pierden una votación democrática. Si hay debate, se resuelve votando”.
No obstante, el exmagistrado advirtió sobre el contexto político y social en el que se impulsa la reforma:
“Con la grave decadencia institucional, económica y social de la provincia, sinceramente me pregunto si esta es la oportunidad para hacer una reforma constitucional”.
Aramburu también consideró que existen errores técnicos en la actual Constitución que ameritan revisión, como normas contradictorias sobre el régimen electoral, habilitación de listas espejo, y falta de claridad sobre la participación de funcionarios en el proceso constituyente.
Sobre posibles candidaturas, expresó que “cuando hay normas contradictorias, se debe aplicar el principio pro homine, favoreciendo al ciudadano”, en referencia a los tratados internacionales de derechos humanos incorporados a la Constitución Nacional.
Consultado sobre la estrategia de judicializar nuevamente la reforma, Aramburu indicó que, tras el fallo del STJ, la única vía posible es la Corte Suprema de Justicia de la Nación:
“Si hubo reserva del caso federal, podría apelarse. Pero dudo que eso tenga efecto suspensivo: la ley de reforma ya está operativa”.
Finalmente, sostuvo que en caso de avanzar con el proceso, los convencionales constituyentes deberían trabajar con una “buena técnica legislativa y cláusulas transitorias claras” para evitar ambigüedades y conflictos futuros:
“Es momento de revisar toda la Constitución, dejar artículos claros y eliminar contradicciones”.