

Las trabajadoras de casas particulares atraviesan una de las peores caídas de poder adquisitivo en el mercado laboral. Así lo afirmó Dora Sánchez, referente del sector en Tierra del Fuego en FM Del Pueblo, quien advirtió que “somos el mayor porcentaje de pérdida de poder adquisitivo” y que en muchos casos se paga “muy por debajo de lo que marca la ley”.
Según Sánchez, el problema no es nuevo: “Esto lo venimos viendo todos los días con las compañeras. Hay empleadores que no han pagado el bono, otros que lo fraccionan porque dicen que es mucho. El mínimo en blanco no llega a 4.000 pesos la hora y hay quienes registran a las trabajadoras por ese valor, o directamente no las registran”.
La referente denunció también la difusión de valores falsos en redes sociales, donde circula que la hora de trabajo se paga entre $7.000 y $8.000. “Eso no existe. Nadie va a pagar esa cifra si la persona trabaja seis horas de lunes a viernes. Ese tipo de publicaciones desinforma y hace que muchas compañeras pierdan oportunidades de empleo”, remarcó.
En cuanto a los adicionales, explicó que “el sindicato publica los valores mínimos, pero en letra chica dice ‘agregar el 30% por zona’. Muchos empleadores sólo leen lo que les conviene y no aplican ese plus”.
La situación se agrava por las condiciones laborales: “Hay compañeras que salen de su casa a las seis de la mañana y vuelven de noche, con varios empleos, y aún así no les alcanza. No existe más el poder decir ‘voy a tomar un helado con los chicos’”, lamentó.
Sobre el rol sindical, señaló que la actividad en la provincia carece de una representación oficial reconocida: “En Tierra del Fuego no existen acreditaciones para sindicatos de casas particulares. Estamos en contacto con Buenos Aires, pero es difícil. Incluso están cerrando sedes en otras provincias”.
Entre las novedades, destacó que ahora los empleadores podrán adherir al pago de aportes por débito automático, lo que permitiría que se acrediten en tiempo y forma. Sin embargo, advirtió: “Vamos a ver cuántos se suman realmente”.
Para Sánchez, el futuro del sector dependerá de contar con paritarias activas y un sindicato presente: “Si no, cada trabajadora tendrá que arreglar su salario con el empleador, y eso nos dejaría aún más vulnerables”.