

El reporte sostiene que las debilidades de Argentina en la lucha contra el narcotráfico y el lavado se ven potenciadas por un alto grado de informalidad económica, deficiencias en la supervisión de sectores estratégicos y recursos limitados en organismos clave como la Unidad de Información Financiera (UIF). La inclusión de Tierra del Fuego resulta llamativa, ya que en décadas anteriores la DEA concentraba sus alertas en las fronteras del NEA y NOA.
En su análisis, la agencia recuerda que la provincia austral combina beneficios fiscales y un régimen aduanero especial, factores que, sin controles estrictos, podrían ser aprovechados por redes criminales. La advertencia llega en un contexto regional de creciente preocupación por la expansión del fentanilo, cuya producción y tráfico se han diversificado desde países como México, China e India hacia nuevos territorios en Sudamérica.
Fuentes locales señalaron que no existen registros de incautaciones significativas de esta droga en el sur del país, pero reconocen que la mención en un documento de este nivel obliga a reforzar la vigilancia en puertos, depósitos fiscales y pasos fronterizos. Especialistas advierten que Tierra del Fuego, por su ubicación estratégica y su régimen aduanero diferencial, podría convertirse en un punto de interés para operaciones ilícitas si no se implementan medidas preventivas.
La alerta de la DEA, hasta ahora poco debatida en el plano político, plantea la necesidad de fortalecer la cooperación internacional y la capacidad de control interno para blindar una provincia clave en el mapa económico y geopolítico argentino.