jueves 14 de agosto de 2025 - Edición Nº2444

Generales | 13 ago 2025

Desarrollo productivo

Romero defiende su proyecto de salmonicultura en Río Grande: “Es factible, controlado y generará empleo”

El empresario Osvaldo “Sulko” Romero impulsa la instalación de un criadero de salmones en tierra en la Estancia Las Violetas. Asegura que no habrá impacto ambiental, que el agua será reciclada y tratada, y que en pocos años se podrían generar hasta 120 puestos de trabajo.


El empresario fueguino Osvaldo “Sulko” Romero presentó en detalle su proyecto para desarrollar salmonicultura en la zona norte de Río Grande, en la Estancia Las Violetas, utilizando piletones y tanques australianos instalados en tierra. La iniciativa, según explicó, se viene planificando desde hace entre cuatro y cinco años y contempla un sistema con agua salada proveniente de las mareas, reciclada de forma permanente y tratada antes de su reutilización.

“El agua pura sale nuevamente y los desechos quedan para abono de campo. Que la población de Tierra del Fuego se quede tranquila: nuestro proyecto es en tierra y en piletones, y ecológicamente no va a perjudicar en nada el medio ambiente”, aseguró Romero.

Empleo y proyección

En su etapa inicial, con dos piletones, se prevé la generación de 15 empleos directos. Al incorporarse la planta de tratamiento, las cámaras frigoríficas y la etapa de faena, el número de trabajadores ascendería a entre 40 y 45 personas en el primer año. Romero proyecta que, a medida que aumente la cantidad de piletones, el proyecto podría emplear entre 100 y 120 personas en un plazo de dos a tres años.

“Podemos decir que es un proyecto ambicioso. Si hablamos de mano de obra para la gente, es importantísimo el número”, sostuvo.

Producción y tiempos

El plan contempla iniciar el proceso de engorde con salmones juveniles de unos 100 gramos. En condiciones controladas de temperatura —elevando el agua de 5 o 6 grados a unos 10 o 12 gracias a la instalación bajo techo—, los peces alcanzarían un peso de faena de 7 a 8 kilos en un lapso de 10 a 12 meses. Entre el 10 y el 15% de la producción se destinará al consumo local en Río Grande y Ushuaia, y el resto se exportará.

“No habrá antibióticos ni bacterias. El salmón estará en agua natural y con recambio constante. Tenemos dos barras al día que van a aportar agua salada, y vamos a conseguir que esto sea factible”, afirmó.

Respuesta a las críticas

Consultado sobre las objeciones de organizaciones ambientalistas, Romero respondió: “Tienen sus razones. Yo no las comparto, pero tienen sus razones”. También insistió en que la clave está en cumplir con los controles y evitar la sobrecarga de peces en los piletones: “Si te dicen que tenés que poner 70 kilos por metro cúbico, ponés 65. Si te pasás, vas a contaminar el agua y a perder producción”.

El empresario diferenció además la propuesta de la salmonicultura en mar abierto: “Acá las mareas se retiran hasta mil metros, lo que hace inviable el cultivo en jaulas marinas. Por eso lo hacemos en tierra, bajo techo y con control de temperatura”.

Finalmente, Romero subrayó que el objetivo es combinar desarrollo productivo y cuidado ambiental: “Creemos que es factible, que se puede hacer bien y que beneficiará a Tierra del Fuego. No hay que tener miedo a proyectos que funcionan en otros países y pueden adaptarse a nuestras condiciones”.

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