

De acuerdo con registros, el movimiento ocurrió en el océano, aproximadamente 250 kilómetros al sur de la capital fueguina, en una zona geológica caracterizada por la presencia de la falla Fagnano-Magallanes, que demarca el límite entre las placas Sudamericana y Scotia. Esta falla ha sido responsable de varios temblores en el último tiempo, incluyendo uno de magnitud 4,7 a mediados de junio.
El sismo de esta jornada se suma al registrado el pasado 7 de agosto, también con una magnitud de 4,9, ocurrido en el mismo sector marin.
A pesar de su intensidad moderada, ninguno de los eventos parece haber provocado daños materiales ni heridos en Ushuaia ni en otras localidades fueguinas.
La población suele percibir estos movimientos bajo la forma de leves vibraciones, especialmente quienes residen en edificios más elevados. Se activan, como medida preventiva, los protocolos de Protección Civil y Defensa Civil de Tierra del Fuego, dada la posibilidad latente de réplicas.