

En conversación con FM La Isla la ministra de Salud de Tierra del Fuego, Judit Di Giglio, brindó precisiones sobre los mecanismos de compra y control de medicamentos en la provincia, en el marco de la alerta nacional por fentanilo adulterado. “La compra de medicamentos la realiza cada hospital por separado, siempre a droguerías o laboratorios habilitados por ANMAT, con trazabilidad de lote, fecha de vencimiento y registro de uso en cada paciente”, afirmó.
Respecto a la situación que puso en el centro de la escena al fentanilo, Di Giglio confirmó que “afortunadamente, no hemos tenido compras en los laboratorios involucrados ni casos en la provincia”. Señaló que, tras recibir la alerta nacional, se revisó toda la cadena de distribución local y se constató que “no se utilizaron esos lotes en Tierra del Fuego”.
La ministra también se refirió a la circulación de variantes de COVID-19 durante el invierno, destacando que este año predominó una cepa con síntomas gastrointestinales, como vómitos y diarrea. “La población está inmunizada, ya sea de forma natural o por la vacuna, y por eso estas cepas pasan a circular como el resto de los virus respiratorios”, explicó. En ese sentido, remarcó que “no hemos tenido en nuestra provincia causas de muerte este año por COVID” y descartó que haya alertas sanitarias por el llamado “COVID Frankenstein”.
En el plano nacional, Di Giglio informó sobre un cambio sustancial decidido en el último Consejo Federal de Salud (COFESA): a partir de 2026, se eliminará el examen único de residencias y las becas nacionales. “Cada provincia podrá tomar examen cuando quiera y deberá financiar a sus residentes”, indicó. La funcionaria advirtió que esta medida afectará especialmente a distritos pequeños como Tierra del Fuego, que no pueden formar todas las especialidades.
“El rol rector del Estado es fundamental. Si no regulamos qué forma cada provincia, se pierde el control y el conocimiento de las necesidades reales de profesionales en el país”, sostuvo. Como ejemplo, mencionó que especialidades como cirugía o neurología infantil solo pueden formarse en hospitales con alta población, lo que dificulta su desarrollo en provincias chicas.
La ministra calificó la decisión como un retroceso en la planificación sanitaria: “Lo ideal hubiera sido seguir con el control de la formación y mantener un mínimo de cupos nacionales; luego, si una provincia quiere formar más, perfecto, pero con un esquema regulado”.